God of War y los Mitos Nórdicos: videojuegos, cómics y mitología
No creo que genere mucha polémica si afirmo que God of War es una de las mejores sagas de videojuegos de la historia. Las dos últimas entregas suponen cierto reinicio respecto de la primera trilogía y son consideradas como un hito en la narrativa de los videojuegos. Adoptan un enfoque más maduro y narrativo, explorando la relación entre Kratos y su hijo, Atreus.
Hace poco que terminé God of War: Ragnarok, la segunda parte de este reinicio, que sigue a ambos mientras se enfrentan a dioses y criaturas de la mitología nórdica. En este sentido, también hace poco me hice con los dos primeros tomos de “Mitos Nórdicos”, publicados por Planeta Cómic, que recopilan la interpretación de Neil Gaiman y P. Craig Russell de la mitología nórdica, dibujada por diferentes autores de gran categoría, como por ejemplo Mike Mignola. Muy recomendados.
Así que he pensado dedicar el episodio de hoy a contar algunos de los principales mitos que se tratan en los juegos y en el cómic, intentando no hacer ningún spoiler respecto a las diferencias de lo que se cuenta en esos medios con los mitos reales.
Por tanto, en el vídeo de hoy, hablaremos de:
1. El árbol de Yggdrasil y la historia de los nueve reinos.
2. La historia de Ymir y el nacimiento de los dioses.
3. Los principales dioses del panteón nórdico.
4. La historia de Mímir.
5. Brokk y Sindri.
6. El lobo Fenrir.
7. El Ragnarok.
En resumen, que tanto si te gusta Gaiman o Kratos como si no, seguro que disfrutas de estos mitos. Así que cíñete bien el casco y bebe un largo trago de hidromiel, porque empezamos.
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Yggdrasil y los nueve reinos
La mitología nórdica presenta un cosmos interconectado y complejo, en el cual Yggdrasil, el Árbol del Mundo, desempeña un papel central al unir los nueve reinos.
A menudo descrito como un enorme fresno o pino, Yggdrasil se erige como el eje central que conecta y sustenta todo el cosmos nórdico. Este árbol cósmico tiene tres raíces que se extienden a través de los distintos reinos:
La primera raíz conecta con Asgard, el reino de los dioses. Llega hasta el pozo de Urd, cuidado por tres hermanas: las nornas. Tienen la tarea de tejer y determinar el destino de todos los seres en el cosmos. Hay tres Nornas principales:
Urd, cuyo nombre significa “lo que ha sucedido” o “el pasado”. Es la Norna asociada con el destino pasado y se encarga de tejer el hilo que representa los eventos que ya han ocurrido.
Verdandi, se traduce como “lo que está sucediendo” o “el presente”. Teje el hilo que representa los eventos actuales y se ocupa de la realidad presente.
Skuld, “lo que debe ser” o “el futuro”. Es la Norna encargada de tejer el hilo del destino futuro, determinando así lo que está destinado a suceder.
La segunda raíz conecta con Midgard, el reino de los humanos. Nuestra Tierra, con todas sus maravillas y desafíos.
La tercera raíz se extiende hacia los reinos primordiales de Niflheim, asociado con el frío y el hielo, y Muspelheim, vinculado al fuego y al calor.
Directamente relacionados con Yggdrasil, hay varias criaturas míticas. En primer lugar, Nidhogg, un dragón o una serpiente de gran tamaño, conocido por roer las raíces que se extiende hacia Niflheim.
Algunas interpretaciones sugieren que esta actividad simboliza la descomposición y la destrucción de la vida. Esta no es la única criatura que hace esto: innumerables serpientes también roen las raíces.
Algunas fuentes mitológicas describen también un águila que reside en la copa de Yggdrasil, extendiendo sus alas por las ramas superiores del árbol cósmico. Este águila se relaciona de alguna manera con el Ragnarok, el fin del mundo en la mitología nórdica, aunque las descripciones específicas varían.
Ratatoskr, una especia de ardilla, actúa como mensajero o intermediario entre el águila que se encuentra en la copa del árbol y Nidhogg, el dragón que roe una de las raíces. Ratatoskr sube y baja por el tronco de Yggdrasil, llevando mensajes entre estas dos criaturas. Aunque el propósito de esta interacción no es siempre claro, se cree que la ardilla está involucrado en la propagación de chismes, rumores o provocaciones entre el águila y Nidhogg, alimentando así la enemistad entre ellos. No es que sea una criatura especialmente importante, pero su inclusión en los textos mitológicos agrega un toque curioso y humorístico a la rica cosmología nórdica.
En las enormes ramas de Yggdrasil hay también cuatro ciervos que pastan. Son parte de la imagen simbólica de la vida y la conexión entre los diferentes reinos en la mitología nórdica. Se cree que su actividad contribuye al bienestar del Árbol del Mundo y, por extensión, al equilibrio en el cosmos nórdico.
Se dice que el viaje entre los diferentes reinos y planos de existencia se realiza a través del Árbol del Mundo, Yggdrasil. Yggdrasil conecta y sostiene los nueve reinos de la cosmología nórdica, y actúa como un eje central que vincula Asgard (el reino de los dioses), Midgard (la Tierra) y otros reinos, incluidos los reinos primordiales como Niflheim y Muspelheim.
Los Nueve Reinos: Un Vistazo Detallado
Asgard: Hogar de los dioses, Asgard es un reino celestial donde Odin, el padre de todos, gobierna desde su trono en el Salón de Valhalla. Aquí también se encuentran importantes lugares como el Salón de los Aesir y el Puente Bifrost, que conecta Asgard con los otros reinos.
Midgard: La Tierra, habitada por los humanos, forma parte de la vasta red de Yggdrasil. Es aquí donde se desarrollan las acciones y aventuras de héroes y mortales.
Vanaheim: Este reino es el hogar de los Vanir, una raza de dioses asociada con la fertilidad, la prosperidad y la naturaleza. Aunque inicialmente en conflicto con los Aesir, ambos grupos logran una paz duradera.
Alfheim: Poblado por los elfos de la luz, Alfheim es un reino radiante y lleno de seres etéreos y hermosos. Los elfos son considerados guardianes de la luz y la belleza.
Svartalfheim (Nidavellir): Aquí residen los habilidosos enanos. Conocido por su rica forja y artesanía, Nidavellir es esencial en la creación de objetos mágicos y armas poderosas.
Jotunheim: El reino de los gigantes. Estos seres colosales a menudo entran en conflicto con los dioses, pero también pueden ser aliados en ciertas circunstancias.
Niflheim: Uno de los reinos primordiales, Niflheim está asociado con el frío y el hielo. Es el lugar de origen de la creación del mundo, junto con Muspelheim.
Muspelheim: Reino opuesto a Niflheim, Muspelheim está asociado con el fuego y el calor. Aquí reside Surt, el gigante de fuego, que desempeña un papel crucial en el Ragnarok, el fin del mundo.
Hel: El reino de los muertos. Aquí van aquellos que no caen en la gloriosa Valhalla ni en el reino celestial de los dioses.
La historia de Ymir
Según la mitología nórdica, al principio, no existía nada excepto un reino de hielo llamado Niflheim y un reino de fuego llamado Muspelheim. Entre estos dos reinos primordiales, se formó un vasto y oscuro abismo llamado Ginnungagap.
En el Ginnungagap, se encontraron las fuerzas del hielo y del fuego, dando origen a Ymir, un ser gigantesco y hermafrodita. Ymir surgió del sudor y el hielo en Niflheim y fue alimentado por la leche de la vaca cósmica Auðumbla, que también emergió de los elementos primordiales. Mientras Ymir dormía, se formaron de su cuerpo los primeros seres: los gigantes de hielo llamados Jotnar.
De las partes de Ymir también surgieron Búri, el primer dios, quien a su vez engendró a Bor, y Bor luego tuvo tres hijos: Odin, Vili y Vé. Estos dioses decidieron enfrentarse a Ymir y, en el proceso, lo mataron. La sangre de Ymir inundó el Ginnungagap, pero los dioses utilizaron su cuerpo para formar el cosmos.
La historia de Ymir establece la base para la creación del mundo en la mitología nórdica y destaca la interconexión de las fuerzas primordiales y divinas en la cosmogonía nórdica.
Principales dioses de la mitología nórdica
Odín es el dios supremo en la mitología nórdica. Es el dios de la guerra, la sabiduría, la poesía y la muerte. Odín es conocido por su búsqueda incansable de conocimiento y sabiduría, y también se conoce como el padre de todos porque fue quien insufló vida a los primeros seres humanos: Ask y Embla.
Thor es el dios del trueno, la tormenta y la fuerza. Es conocido por su valentía y su martillo mágico, Mjölnir, que tiene el poder de destruir y proteger. Es un defensor de Asgard y Midgard (la Tierra) y ha participado en numerosas aventuras, enfrentándose a gigantes y otros enemigos poderosos.
Loki es un dios astuto y a menudo caótico. Es conocido como el dios de la travesura y la astucia. Es una figura ambivalente en la mitología. Aunque es un miembro de los Aesir (los dioses principales), sus acciones a veces causan problemas y tragedias.
Balder es el dios de la luz, la belleza y la inocencia. Es amado por los dioses y considerado el más justo y hermoso de todos. Su muerte es uno de los eventos más trágicos en la mitología nórdica. Fue asesinado accidentalmente por su hermano ciego, Hodr, y su muerte desencadenó el Ragnarok, el fin del mundo.
Frigg es la esposa de Odín y la reina de Asgard. Es la diosa del amor, la fertilidad y el hogar. Conocida por su devoción a su familia y por tratar de evitar el destino trágico de su hijo, Balder, sin éxito.
Muchas fuentes señalan que es la misma diosa que Freya, la diosa del amor, la fertilidad, la belleza y la magia. Es una de las diosas más poderosas y respetadas en el panteón nórdico. También es asociada con la guerra y la muerte en el campo de batalla. Posee el collar mágico Brísingamen, que obtuvo mediante un acuerdo con enanos. Además, tiene la habilidad de llorar lágrimas de oro y posee un carruaje tirado por gatos. Su hermano es Freyr, y ambos son hijos de Njord, el dios del mar.
La historia de Mímir y el ojo de Odín
Mímir era un sabio gigante y guardián del Pozo de Mímir, que se encontraba cerca de una de las raíces de Yggdrasil, el Árbol del Mundo. Este pozo era una fuente de conocimiento y sabiduría incomparables, y Mímir era conocido por su profunda comprensión de los misterios del cosmos.
Odín ansiaba la sabiduría del Pozo de Mímir. Para obtenerla, decidió realizar un sacrificio significativo. Viajó hasta y pidió un trago del agua sagrada, que otorgaba conocimiento divino a aquellos que bebían de ella. Mímir, consciente del valor de su sabiduría, exigió un sacrificio a cambio del conocimiento: su ojo. Odín, deseoso de obtener la sabiduría, aceptó el precio y se arrancó su propio ojo y lo arrojó al pozo como ofrenda.
Como resultado, Odín ganó un conocimiento profundo y una visión extendida del cosmos. El sacrificio de su ojo le otorgó una perspicacia única y la capacidad de ver lo que otros no podían.
Más adelante, los vanires cortarían la cabeza de Mímir, pero eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.
La historia de Brokk y Sindri
Un día, Loki, el astuto dios travieso, desafió a los enanos Brokk y Sindri a que pudieran superar a los artesanos de los dioses Aesir en la creación de objetos extraordinarios. Loki hizo una apuesta, ofreciendo su propia cabeza a los enanos si no cumplían con la tarea.
Los enanos aceptaron el desafío y comenzaron a trabajar en su forja. Mientras trabajaban, Loki, en forma de mosca, trató de sabotear su labor al morder el brazo de Brokk. Sin embargo, Brokk resistió el dolor y permitió que el trabajo continuara.
Al final, los enanos crearon tres objetos asombrosos: el martillo Mjölnir, el anillo Draupnir y un jabalí de oro que brillaba en la oscuridad. Estos objetos fueron presentados a los dioses en Asgard, y fue Brokk quien entregó los artículos. La forja exitosa demostró que Brokk y Sindri eran igualmente habilidosos que los propios artesanos divinos.
La historia de Fenrir
Fenrir, el lobo, es uno de los hijos de Loki y Angrboda, una giganta. Cuando era un cachorro, los dioses lo llevaron a Asgard con la intención de criarlo y domesticarlo. Sin embargo, a medida que creció, se volvió cada vez más imponente y poderoso. Los dioses, preocupados por su crecimiento y la posibilidad de que cumpliera con las profecías, decidieron atarlo.
Intentaron encadenar a Fenrir con cadenas comunes, retándole a romperlas, pero el lobo las rompió fácilmente. Ante esta amenaza, los dioses recurrieron a los enanos para forjar una cadena especial llamada Gleipnir. Estaba hecha de ingredientes extraordinarios, como el aliento de un pez, la barba de una mujer, las raíces de una montaña, el sonido de los pasos de un gato y la saliva de un pájaro.
Cuando le desafiaron a romperla, el lobo sospechó de las intenciones de los dioses y exigió que uno de ellos colocara la mano en su boca como garantía de su liberación si no podía romper la cadena. Solo Tyr, el dios de la guerra y el coraje, aceptó el desafío y puso su mano en la boca de Fenrir.
Así permitió que lo ataran con Gleipnir, pero al darse cuenta de que no podía liberarse, mordió la mano de Tyr, cortándola en el proceso.
El Ragnarok
El Ragnarok es el evento apocalíptico en la mitología nórdica, marcando el fin del mundo y el inicio de un nuevo ciclo cósmico. Es precedido por señales y eventos catastróficos que anuncian la llegada del fin de los tiempos. Entre estas señales se encuentran el invierno ininterrumpido llamado Fimbulvetr o Fimbulwinter, donde se pierde toda moralidad y la sociedad se sume en el caos.
Durante el Ragnarok, las fuerzas del caos y la destrucción se desatan. Fenrir se libera de sus cadenas, Surt empuña su espada flamígera, y Jormungandr emerge del océano.
Los dioses, liderados por Odin, Thor, y otros, se enfrentan a sus enemigos en una batalla épica. En la contienda, muchos dioses y criaturas mueren. La serpiente Jormungandr y Thor, en un último enfrentamiento, se aniquilan mutuamente.
Finalmente, Surt lanza su espada ardiente por todo el mundo, incendiando todo a su paso y sumiendo al cosmos en un fuego purificador. La Tierra se sumerge en las aguas y luego emerge, regenerada y lista para un nuevo ciclo.
El Ragnarok simboliza la inevitabilidad del cambio, la destrucción y la renovación en la mitología nórdica. Aunque es un evento trágico y catastrófico, también representa un ciclo constante de creación y destrucción en el universo nórdico.
Y bueno, nos dejamos relatos muy interesantes, como el viaje de Thor al país de los gigantes, más sobre los hijos de Loki y otros, pero esto son otras historias y deben ser contadas en otra ocasión.
Pero nada te impide, sino más se te aconseja, que dejes tu relato nórdico favorito en comentarios.
Mientras lo haces, aprovecho para despedirme. ¡Nos vemos el jueves que viene!
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