Influencias de Rowling para escribir Harry Potter
La saga de Harry Potter de J.K. Rowling es un fenómeno literario y cultural gracias a su innegable originalidad y creatividad. La autora consiguió una obra única, introduciendo a los lectores en un universo mágico que fusiona elementos clásicos del folclore, la mitología y la literatura infantil y juvenil, con ideas completamente innovadoras.
Aunque como ocurre con todo, la historia llega tan alto porque descansa sobre hombros de gigantes, muchos reconocidos por la misma Rowling y otros quizá no tan claras pero que se escondían en su subsconsciente.
En este post, hablaremos de todas las influencias de Rowling para escribir Harry Potter. Primero, explicaremos qué entendemos por influencias y comentaremos las principales reconocidas por la autora. Después hablaremos de sus autores favoritos y cómo podrían haberle influido para terminar con otras obras que podrían haber pesado al menos de forma no consciente sobre la saga.
Para hablar de las influencias de Rowling para escribir Harry Potter hay que delimitar primero de qué hablamos: de las premisas, de la trama, del mundo mágico…
Porque las premisas, realmente, no son demasiado originales. Quiero decir, en esencia la historia va de un joven oprimido por su familia o amigos, que descubre que tiene habilidades especiales y se une a un grupo o una escuela distante donde destaca en diferentes campos y se convierte en un líder natural. Desafía las normas para conseguir bienes mayores, entrena a sus compañeros y enfrenta la hostilidad de enemigos. Con la protección de amigos leales y de guías, se convierte en una figura crucial en una lucha contra una amenaza que acecha al mundo.
Bajo esta premisa, podemos encontrar obras similares tan diversas como El juego de Ender, como señaló el propio autor, Orson Scott Card, o la Guerra de las Galaxias. También bajo esta premisa encontramos obras tan distantes como Matilda de Roald Dahl o un mago de Terramar, de Ursula Leguin.
Todas son obras muy influyentes, así que lógicamente Rowling toma cosas de todas ellas, pero creo que no podemos asegurar que la originalidad de la saga de Harry Potter se base en esta premisa.
Ni siquiera que esta premisa está basada en el mundo mágico es realmente lo original de esta obra. Por ejemplo, en los Libros de la Magia, de Neil Gaiman, un cómic publicado a inicios de los 90, un niño inglés bastante parecido físicamente a Harry Potter, la verdad, descubre su relación con la magia. Hay tantas similitudes entre ambas obras que algunos periódicos llegaron a afirmar que habría denuncia por plagio.
Sin embargo, el propio Gaiman reconocía que la idea no era tan original, que él mismo se había basado en la obra de T.S. White.
Y bajo esta visión encontramos de nuevo obras como la peor bruja, de Murphy, publicada en los 60, Vida encantada de Diana Jones, en los 70, o del propio Terry Pratchett en los 80, por señalar una obra cada década. En el caso de este último, muchos comparan de mundodisco al mago Ponder Stibbons con Harry Potter o la Universidad Invisible con Hogwards.
Pero de nuevo creo que es importante insistir: la originalidad de Rowling no está en esto.
Donde yo creo que está esta originalidad es en la mezcla del mundo mágico con el de los muggles, y sobretodo en su convivencia, a veces divertida, a veces complicada. La coexistencia del mundo mágico con el mundo real proporciona a la saga de Harry Potter una autenticidad única, permitiendo que los lectores se identifiquen con los personajes a pesar de tener unas vidas tan distantes.
Por otro lado, la complejidad y profundidad del mundo mágico es una maravilla. No haré las típicas comparaciones con Tolkien porque los objetivos de ambos autores son radicalmente distintos. Pero sí es cierto que la profundidad y coherencia del mundo mágico, de sus culturas, de sus razas y animales fantásticos, de su historia propia… es una maravilla.
Rowling suele decir que no sabe bien qué obras exactamente influyeron en la creación de Harry Potter, al menos no directamente. Pero sí menciona varias que están entre sus favoritas y que reconoce que pudieron influir en su forma de imaginar el mundo mágico.
La más obvia es la que hemos señalado antes de T.S. White, principalmente el primer libro de Arturo, La espada en la piedra. La novela sigue la historia del joven y huérfano Rey Arturo, quien, sin saberlo, extrae una espada encantada de una piedra, revelando su destino como el futuro monarca legendario de Camelot y el líder de la Mesa Redonda. Esta obra se hizo muy popula r tras la película de Disney de los 60.
Además de que en ambas historias los protagonistas descubren un nuevo mundo mágico, estudian en escuelas mágicas y tienen mentores magos (Dumbledore o Merlín), Rowling coge bastante del mundo de White. El propio Merlin es parte de la historia del mundo mágico, quizá el mago más grande de todos los tiempos, de la casa Slytherin.
Otra referencia, y de las que más la que más suele señalar la autora, es Las Crónicas de Narnia, de C.S. Lewis, aunque es cierto que la intencionalidad religiosa de Rowling es mucho más sutil, de haberla al menos de forma intencionada.
Hay cosas en concreto, Rowling señala que pensó en la ruta a Narnia desde el armario cuando pensó en la barrera de la estación de estación de King’s Cross, por ejemplo.
Hay muchas otras cosas tomadas de Narnia, incluso en el estilo, pero es cierto que una gran diferencia que hace del mundo mágico algo tan original es que Narnia es otro mundo, separado, al que hay que viajar.
También hay cosas de Tolkien. Por mucho que la autora no reconozca la influencia directa del señor j, es obvio que conoce su obra. Y la acromántula llamada Aragog, que no me creo que no tenga relación con el nombre de Aragorn, mucho más con la importancia de las arañas gigantes en la obra de Tolkien.
Otra influencia obvia es del propio folclore británico y en general de otras culturas. Desde luego, la intención aquí de la autora no es ni ser detallada ni ser precisa en los personajes mitológicos, y esto es reconocido por ella misma.
Respecto a la mitología y el folclore hay dos cosas que me llaman mucho la atención y que hacen de esta saga algo tan original. En primer lugar, el amor que tiene la autora por la naturaleza, reflejada claramente en Hagrid o en Scamander y en la saga de Animales Fantásticos. En segundo lugar, que haya también seres mágicos dentro del propio mundo mágico, como en los que creen Luna y a su padre pero no el resto de la comunidad mágica, y toman por raritos a los que creen en ellos. Lo mismo ocurre con el tema de la adivinación. Osea, existen los giratiempos y Hermione usa uno, pero no cree en la adivinación y se ríe de ella.
En cuanto a la mitología, también toma seres y mitos griegos, como los centauros, por ejemplo, y otros animales fantásticos. Igualmente, Rowling reconoció las similitudes entre la Iliada y la parte de Harry Potter y el caliz de fuego en la que Harry rescata el cuerpo de Cedric.
Aunque no abiertamente y de forma sutil, la misma autora reconoce también que son comunes las referencias e influencia religiosa. De hecho, en varias entrevistas destacó que dos citas bíblicas, grabadas por cierto en las tumbas de los padres de Harry y de la familia de Dumbledore, resumen el espíritu de la saga.
La primera, en la tumba de los padres de Harry: “El último enemigo en ser destruido es la muerte”, de la primera carta de San Pablo a los Corintios. La segunda, “Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”, del Evangelio de Mateo.
Otras influencias que Rowling menciona a menudo incluirían Jane Austen, autora que Rowling ha reconocido como su favorita y señala que los giros argumentales de “Emma” influyeron en su enfoque de intriga romántica en “Harry Potter”. Rowling elogia también a Edith Nesbit por sus personajes infantiles “muy reales” y menciona la influencia de “Los Buscadores de Tesoros” en la serie. También autores como Paul Gallico o Jessica Mitford son influencias reconocidas de la autora, aunque lejanas.
Finalmente, también cabría mencionar autores clásicos como Dickens o Shakespeare. En concreto la autora señaló que encontró inspiración en Macbeth, en la relación entre la profecía y la acción de Voldemort, por ejemplo.
En 2006 Rowling hizo una lista de sus diez libros favoritos de literatura infantil y juvenil, a petición de la Real Sociedad de Literatura. La autora señaló los siguientes:
- Cumbres Borrascosas de Emily Brontë.
- Charlie y la fábrica de chocolate de Roald Dahl
- Robinson Crusoe de Daniel Defoe
- David Copperfield de Charles Dickens
- Hamlet de William Shakespeare
- Matar a un ruiseñor de Harper Lee
- Rebelión en la granja de George Orwell
- La historia de dos ratones malos de Beatrix Potter
- El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
- Catch-22 de Joseph Heller
Es sencillo encontrar influencias de todos ellos en sus libros, desde la comparación entre Severus Snape y Heathcliff de Cumbres borrascosas hasta el mundo de Dahl pasando por la comparación entre Harry y los personajes de Dickens.
En cualquier caso, fue la misma vida de Rowling la que influyó de manera decisiva en la creación de la saga de Harry Potter. Por ejemplo, la pérdida de la madre de Rowling, que falleció a una edad temprana, se refleja en el tema recurrente de la pérdida de padres en la historia de Harry Potter. La tragedia de Harry quedando huérfano y la exploración de su dolor y luto reflejan la experiencia personal de Rowling.
Por otro lado, antes de alcanzar el éxito como escritora, Rowling pasó por momentos económicos difíciles. Esta experiencia se refleja en la descripción de la familia Weasley, que a pesar de enfrentar desafíos financieros, permanece unida y valora la importancia de la amistad y la lealtad.
También pasó por momentos personales complicados, que inspiraron a los dementores.
Antes de convertirse en autora a tiempo completo, Rowling fue maestra. Esta experiencia se refleja en su representación del entorno escolar en Hogwarts y en la forma en que aborda temas educativos, relaciones estudiantiles y la importancia de la enseñanza. Sin duda, destaca también su amor por la Literatura. La pasión de Rowling por la literatura infantil y juvenil se manifiesta en la estructura y estilo de la saga. Su amor por los libros y la lectura es evidente en la importancia que se le da a la educación en Hogwarts y en la riqueza de referencias literarias a lo largo de la serie.
Los valores personales de Rowling, como la tolerancia y la igualdad, se reflejan en la diversidad de personajes en la saga y en la lucha contra la discriminación y la intolerancia, especialmente en la resistencia contra los ideales de sangre pura de Lord Voldemort.
La autora se inspiró también en lugares reales de su vida, especialmente en lugares de Edimburgo, pero también la estación de King’s Cross en Londres. Esto conecta su vida cotidiana con la magia que se encuentra en el mundo de Harry Potter.
Todo estos elementos personales y experiencias de vida contribuyeron a la autenticidad y la profundidad emocional de la saga, haciendo que los lectores se identifiquen con los personajes y se sumerjan en el mundo mágico de Harry Potter, que está tan enlazado con el real que es el mismo.
Finalmente, Rowling ha señalado en varias ocasiones que el nombre de Harry Potter es casual, que el nombre es su nombre favorito y el apellido es el de un amigo de su infancia. Pero el hecho es que en 1986, Harry Potter es el protagonista de una película algo cutre todo hay que decirlo llamada Trol, de Buechler.
A ver, dudo que tenga algo que ver, pero quien sabe. Quizá Rowling la vio y se le quedó el nombre en el subconsciente, como le pudo ocurrir a Tolkien con el nombre de hobbit. Pero, en fin, eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.
Encontrar similitudes entre Harry Potter y esa película más allá de la coincidencia de los nombres, es complicado. Se puede, claro, porque hablando de fantasía siempre hay elementos comunes. Pero vamos, que hay que mirar con buenos ojos.