Invasiones Extraterrestres en la Ciencia Ficción

Invasiones Extraterrestres en la Ciencia Ficción

Invasiones Extraterrestres en la Ciencia Ficción

Hoy es 4 julio, así que: ¿qué mejor tema que el día de la independencia? Exacto, vamos a hablar de invasiones extraterrestres.

Primero, hablamos de la historia del debate de los extraterrestres y de las posibles invasiones en la literatura anterior al siglo XX. Después nos centramos en La Guerra de los Mundos, la primera gran obra del género. En tercer lugar, investigamos la evolución durante la primera parte del siglo XX para terminar con las principales obras, tanto libros, cómics como películas y series sobre invasiones extraterrestres después de la edad de oro.

Historia del debate de los extraterrestres

La idea de vida fuera del planeta tiene raíces profundas en la historia humana. Además de los diversos mitos de algunas culturas que podrían interpretarse como vida extraterrestre, en el siglo VI a.C., los pitagóricos ya especulaban sobre la posible existencia de seres en los cuerpos celestes, o más tarde, Epicuro (341-270 a.C.) junto con otros filósofos materialistas como Demócrito o Leucipo, consideraban la vida alienígena como una posibilidad lógica.

Este pensamiento tenía su contrapartida en la ficción. Entre las primeras obras conocidas, en torno al año 120 d.C., Luciano de Samosata escribió “Historia verdadera”, en la que parodia un viaje a una luna habitada, y en guerra con el Sol por la colonización de la estrella de la mañana.

Varios relatos dentro de Las Mil y Una Noches, entre el siglo VIII y el X, incorporan algunos elementos interesantes. Por ejemplo, en “Las Aventuras de Bulukiya”, se explora el cosmos y grandes mundos, anticipando temas presentes en la ciencia ficción posterior. En  la historia de “Abdullah el Pescador “, el protagonista adquiere la habilidad de respirar bajo el agua y descubre una sociedad submarina.

A partir de en torno al año 1600, tras el giro copernicano y los descubrimientos de Galileo, la especulación sobre la vida extraterrestre aceleró. Tenemos además relatos como el del astrónomo Johannes Kepler, que en Somnium describe una visita a una Luna llena de construcciones. También Cyrano de Bergerac satirizaba sobre sacerdotes en la luna que condenaban afirmaciones sobre una Tierra habitada. Francis Godwin, un obispo inglés, escribió por su lado la historia de un español que viaja a una Luna habitada por gigantes. No se detalla si es gallego pero seguramente sea de Ferrol.

No sé si incluir los viajes de Gulliver de Jonathan Swift por aquí, que desde luego tendrán influencia en el desarrollo posterior del género. Pero sí cabe, aunque algo más tarde, la obra que Voltaire escribiría sobre un extraterrestre de Saturno y otro de un planeta alrededor de Sirio que visitan la Tierra en “Micromegas” en torno a 1750.

De hecho, a finales del XVIII, la creencia en la existencia de extraterrestres estaba muy difundida en Europa. Thomas Dick, un reverendo inglés, llegó a publicar una estimación de la población total del sistema solar, incluyendo en sus cálculos a los planetas enanos o los anillos de Saturno, llegando a un cifra de más de 20 mil millones habitantes.

En este contexto, de hecho, se fraguó el conocido como “Gran engaño de la luna”, una serie de artículos publicados en 1835 por el periódico The Sun, que afirmaban falsamente que el astrónomo Sir John Herschel había descubierto vida en la Luna. Los artículos detallaban criaturas fantásticas como bisontes y seres humanos con alas de murciélago, así como estructuras arquitectónicas elaboradas. Esta historia capturó la imaginación del público y aumentó la circulación del periódico de manera significativa. Sin embargo, se reveló más tarde que todo era una broma elaborada por el reportero Richard Adams Locke, destinada a satirizar la credulidad popular y la ciencia sensacionalista del momento.

Pero, sin duda, los extraterrestres como parte de un nuevo género, empiezan a cobrar protagonismo a partir de “El origen de las especies”, de Darwin de 1859. Hasta entonces, la concepción de extraterrestres había sido mayormente antropomórfica. Darwin transformó la biología al proponer que la vida no era estática; las especies animales y vegetales podían surgir, cambiar e incluso desaparecer según su adaptación al entorno, incluyendo la idea de la competencia entre individuos de la misma especie y con otras especies que buscaban explotar los mismos recursos y enfrentarse a depredadores. Apenas cinco años después de la publicación de “El origen de las especies”, el astrónomo francés Camille Flammarion abordó la posibilidad de formas de vida alienígena en su obra “Los mundos imaginarios y los mundos reales”, explorando cómo podrían haber evolucionado en entornos extraterrestres.

Así, en 1880, Percy Greg escribió “Across the Zodiac: The story of a Wrecked Record”, acerca de una Guerra civil en marte. En este contexto, sumado a las voces críticas frente al colonialismo europeo, en 1887 los hermanos belgas Joseph Henri Boex y Séraphin Justin Boex, bajo el pseudónimo de J. H. Rosny, publican Les Xipéhuz, la primera obra de ficción que plantea la guerra evolutiva. Trata sobre una raza alienígena que llega a la Tierra desde un planeta distante con la intención de colonizarla. Son seres extremadamente avanzados tecnológicamente, con habilidades mentales y físicas superiores a las humanas. Poco después, en 1892, Robert Potter escribe “The Germ Growers”, una historia que explora la posibilidad de una invasión alienígena microscópica en la Tierra. La trama se centra en el descubrimiento de una forma de vida extraterrestre que, a través de semillas microscópicas transportadas por meteoritos, comienza a infectar y afectar a los seres humanos de maneras misteriosas y peligrosas.

El camino estaba asfaltado para empezar La Guerra de los Mundos.

La Guerra de los Mundos

“La Guerra de los Mundos” es una novela escrita por H.G. Wells y publicada por primera vez en 1898. Un año antes se había publicado serializada en las revistas Pearson Magazine y Cosmopolitan.

Es una de las obras más influyentes dentro del género de la ciencia ficción y ha sido adaptada en múltiples ocasiones en películas, series de televisión, radio y otros medios.

La historia de “La Guerra de los Mundos” se desarrolla en Inglaterra y sigue los eventos catastróficos que ocurren cuando seres extraterrestres, procedentes de Marte llegan a la Tierra con la intención de colonizar el planeta. Los marcianos, dotados de avanzada tecnología, desencadenan una guerra devastadora contra la humanidad, que se ve rápidamente superada por la superioridad técnica y biológica de los invasores.

No voy a hacer spoilers, pero su final, a veces es criticado por ser un Deus ExMachina. Sin embargo, no puedo estar más en desacuerdo.  La resolución de la historia se basa en elementos que se han desarrollado a lo largo de la trama y que están relacionados con la ciencia y la estrategia humana.

El giro se establece desde el inicio de la historia, por lo tanto, la resolución no es repentina ni arbitraria, sino que se basa en una premisa establecida en la narrativa y tiene sentido dentro del contexto científico y lógico creado por el autor.

La novela no solo se centra en la narración de la invasión y las consecuencias destructivas para la humanidad, sino que también explora temas más profundos como el choque de civilizaciones, la fragilidad de la humanidad frente a fuerzas desconocidas y la capacidad del ser humano para enfrentarse a lo desconocido.

“La Guerra de los Mundos” es notable por ser una de las primeras obras en presentar a los extraterrestres como seres no antropomórficos y en explorar detalladamente las implicaciones científicas y sociales de un encuentro con una civilización alienígena. La novela dejó una notable impresión en la cultura popular, influenciando generaciones de escritores, cineastas y artistas que han explorado temas similares de invasiones alienígenas, primeros contactos y la relación entre la humanidad y el cosmos. La novela influenció incluso a científicos, por ejemplo Robert Goddard afirmó que inspirado por esta obra desarrolló sus investigaciones sobre combustible y misiles que desembocaron en el Apolo 11, 70 años después.

Wells, un estudioso de las ciencias naturales, se inspiró, como hemos comentado antes, en teorías científicas contemporáneas como las ideas de evolución de Charles Darwin y la teoría celular de Matthias Schleiden y Theodor Schwann. Los avances en astronomía y astrobiología, que revelaban más sobre los planetas y lunas del sistema solar, despertaron un renovado interés en la vida extraterrestre. Además, el contexto histórico de expansión imperial y exploración del mundo reflejaba las ansiedades y los conflictos asociados con la colonización, proporcionando un trasfondo para los encuentros entre civilizaciones diferentes, como los imaginados entre humanos y marcianos en la obra de Wells. También estamos en la época en la que tiene bastante éxito la literatura sobre invasiones.

A lo anterior habría que sumarle la aparición de las primeras novelas del género de ciencia ficción, y también la influencia de la literatura gótica y de terror de la época, como por ejemplo Frankenstein, de Mary Shelley, explorando temas de lo sobrenatural y lo desconocido, en un ambiente literario propicio para la especulación fantástica.

La Guerra de los Mundos ha inspirado varias películas, entre ellas la de Spielberg con Tom Cruise, de 2005, así como diversos cómics, como la segunda parte de La Liga de los Hombres Extraordinarios, de Moore, videojuegos, series de televisión y secuelas o historias paralelas por otros autores. La mayoría están ambientados en diferentes lugares o épocas respecto a la novela original.

Pero sin duda, la adaptación más célebre es la emisión radiofónica de 1938 narrada y dirigida por Orson Welles. Es uno de los eventos más famosos en la historia de los medios de comunicación y la cultura popular. Transmitida el 30 de octubre de 1938 por la CBS en Estados Unidos, esta adaptación radiofónica presenta la obra de manera innovadora como una serie de boletines de noticias en tiempo real.

Orson Welles, junto con el Mercury Theatre on the Air, decidió adaptar “La Guerra de los Mundos” en un estilo que simulara reportes de noticias interrumpidos por eventos catastróficos: la llegada de naves marcianas y la invasión de la Tierra. La primera parte del programa se presenta como una serie de informes de noticias ficticios, que algunos oyentes sintonizaron sin escuchar la introducción inicial donde se clarificaba que todo era una dramatización.

La forma en que se presentaron los eventos, junto con la actuación realista y la atmósfera tensa creada por Welles y su equipo, llevó a muchos oyentes a creer que una invasión marciana estaba ocurriendo realmente. Esto provocó un estado de pánico en algunos lugares, con personas que evacuaron áreas urbanas y llamaron a la policía en busca de información y protección.

Sin embargo, los informes de la época que describieron un pánico generalizado han sido cuestionados en años posteriores. Se argumenta que los relatos exageraron la reacción del público para desacreditar la radio como una fuente confiable de noticias o para resaltar la ingenuidad del público. A pesar de esto, la transmisión de Welles se convirtió en un momento histórico en la radio y estableció su reputación como un maestro del drama radiofónico y narrativo.

Las Invasiones extraterrestres en la primera década del siglo XX

La Guerra de los Mundos termina de poner las bases por tanto al subgénero de las invasiones extraterrestres, dentro del género de la ciencia ficción y quizá como parte del subgénero de primer contacto.

Será un tema recurrente, que seres de otros planetas con tecnología más avanzada aparezcan en la Tierra para amenazar o explotar el planeta, esclavizando o aniquilando la raza humana en el camino. Además de la influencia en su tradición científica, principalmente darwiniana comentada anteriormente, el subgénero funciona también como una alegoría de los peligros contemporáneos, como los regímenes dictatoriales, las amenazas nucleares, pandemias, colapsos sociales o la devastación ambiental.

Durante los años 20 y 30 del siglo XX, la ciencia ficción experimentó un notable desarrollo que la consolidó como un género literario distintivo y culturalmente relevante, con una importante influencia en general en la sociedad. Ejemplo de ello es que a mediados de la década, el general Saltzman ordenó a las bases militares estadounidenses vigilar señales inusuales de radio provenientes de marte, que se encontraba en su momento más cercano a la tierra de los últimos cien años. Esto fue compartido por radioaficionados a lo largo de Estados Unidos, que intentaron captar señales que no llegaron.

El período estuvo marcado por el surgimiento de cómics, novelas y sobre todo de revistas pulp especializadas, como Amazing Stories, fundada por Hugo Gernsback en 1926. Estas publicaciones no solo proporcionaron un medio popular para la difusión de historias de ciencia ficción, sino que también contribuyeron a definir y popularizar el término, utilizado por Gernsback para describir las narrativas que combinaban elementos científicos con especulaciones futuristas y aventuras emocionantes.

En estas revistas comienzan a escribir autores muy relevantes, que ya cuentan alguna historia sobre invasiones extraterrestres, como por ejemplo  Murray Leinster en la historia “Polvo Rojo”, El Hombre del Átomo de Peyton Wertenbaker, o “The Skylark of Space” de Edward  “Doc” Smith, y sus secuelas, todo ello en los años 20, o “la legión del espacio” de Jack Williamson, ya en los años 30.

Simultáneamente, el cine y el arte visual desempeñaron un papel crucial en la expansión del género. Aunque no sea del género de invasión extraterrestre, lo cierto es que la película “Metropolis” (1927) de Fritz Lang, con su visionaria representación de una sociedad futurista influyó profundamente en la estética y los temas explorados en la ciencia ficción de la época.

Con la llegada de John W. Campbell como editor de Astounding Science Fiction a finales de los años 30, se inició lo que se conoce como la “Edad de Oro” de la ciencia ficción. Campbell promovió un enfoque más riguroso y científicamente fundamentado en las historias, impulsando el género hacia una exploración más profunda de los logros científicos y las posibilidades futuras. Este período sentó las bases para la expansión y diversificación de la ciencia ficción en las décadas siguientes, estableciéndola como un campo literario dinámico y en constante evolución.

Durante la Edad de Oro de la ciencia ficción, que abarca aproximadamente desde finales de la década de 1930 hasta principios de la década de 1960, el género floreció notablemente en la literatura.

Respecto a las invasiones extraterrestres, a esta época pertenecen obras tan míticas como Who Goes There?, de John Campbell, publicada en la propia revista Astounding Science Fiction, y que sería llevada al cine en el 51 como La Cosa de Otro Mundo por Christian Niby en la dirección y Howard Hawks en la producción. En 1982 fue llevada de nuevo al cine, esta vez por John Carpenter, en una obra con no tan buenas críticas, que por mi parte se hizo famosa porque no recuerdo a qué canal español de TV que la pasó años después le pareció buena idea darle publicidad en horario infantil, no recuerdo que edad tendría yo pero era muy pequeño. Estuve todo el verano en Galicia sin atrever a sentarme en la cama o a apoyar las manos en ella por si se cerraba una boca y me las cortaba. Entre eso y el cártel de la bruja avería del pasillo pero cómo no iba a tener miedo en aquella casa.

Volviendo a otras historias de amenazas alienígenas podrían ser La tierra permanece de George Stewart en 1949 o el día de los Trífidos, de John Wyndham en 1951, ambas entre las novelas más influyentes del género postapocalíptico, El Maestro de las marionetas, también de 1951, de Robert Heinlein, el Fin de la infancia, de Arthur C. Clarke, de 1953, Los Kraken despiertan, de 1953, La invasión de los ladrones de cuerpos de Jack Finney en 1955, que también sería llevada magistralmente al cine en 1956 por Don Siegel, convirtiéndose en un clásico inmediato, interpretándose como una alegoría a las preocupaciones de la Guerra Fría. En 1959 se publicó la polémica Tropas del Espacio de Robert Heinlen, que ha envejecido regular en algunas ideas y que tuvo una divertida adaptación al cine en 1997, a manos de Paul Verhoeven. Y aunque me falten muchas novelas, destacaré también aquí Caminaban como hombres, de Clifford Simak ya en 1962.

Todo ello también dejó su marca en otros medios de comunicación. Por ejemplo, en el cómic, tenemos las historias de Strange Adventures de DC, o la genial e interesantísima Weird Science de EC, además de adaptaciones de la Guerra de los Mundos o La Cosa.

Por centrarnos en una historia de esta época, cabe destacar El Eternauta.

“El Eternauta” es una famosa historieta argentina creada por Héctor Oesterheld y Francisco Solano publicada originalmente en la revista Hora Cero Semanal entre 1957 y 1959.

Una intensa nevada cubre de repente la ciudad de Buenos Aires. En realidad se trata de un avanzado ataque alienígena llevado a cabo por unos seres conocidos como “Los Ellos”, que dejan tan solo a unos pocos sobrevivientes. Juan Salvo, protagonista de la historia, y otros sobrevivientes, forman un grupo de resistencia para enfrentar a los invasores y buscar una manera de detener la amenaza. A lo largo de la historia, enfrentan diversos peligros y desafíos, tanto físicos como psicológicos, mientras intentan sobrevivir en un mundo devastado y dominado por los Ellos.

“El Eternauta” destaca por una narrativa intensa no exenta de crítica social, explorando temas como la resistencia, la colaboración, el sacrificio y la lucha contra fuerzas superiores. El dibujo único de Francisco Solano unido al excelente, maduro y moderno guión de Héctor Oesterheld fueron las claves que contribuyeron a su estatus como una obra de culto en la historieta en español, muy influyente en el género, como demuestran posteriormente series como Falling Skyes, que beben mucho de esta historia.

Otra obra destacable, también en español, es El Mundo Futuro, de Boixcar, el autor de la también mítica Hazañas Bélicas. A imagen de las revistas estadounidenses de la época, la editorial Toray publicó esta serie durante más de 100 números a lo largo de los 50. A pesar de un molesto fondo moralizante, típico de los comics españoles de la época, la obra destaca por una imaginación desbordante, con historias que poco tienen que envidiar a sus homónimas estadounidenses, dibujadas con eficacia y maestría por este genial autor. Algunos de los episodios exploran las amenazas del espacio exterior.

Además, de lo anterior, los avances en efectos especiales y una creciente demanda del público por obras que exploraran los avances tecnológicos de la época fueron clave para el desarrollo del cine de ciencia ficción en la década de 1950.

Ya hemos mencionado las adaptaciones de la invasión de los ladrones de cuerpos y La Cosa, pero también cabe hablar de Últimatum a la Tierra, de Robert Wise, en la que un alienígena señala a los humanos que si no aprenden a vivir en paz serán destruidos. Esta película tuvo su remake en 2008, protagonizado por Keanu Reeves. En 1953 se adaptó por primera vez la guerra de los mundos, o al menos fue la primera representación mejor conocida, por Byron Haskin. También de 1953 es Invasores de Marte, de William Cameron Menzies, que me encanta, o Vinieron del Espacio, otro gran clásico de Jack Arnold. Ambas historias combinan la temática extraterrestre con la de zombies, de manera magistral. Qué buen año 1953. En 1956 se estrena La tierra contra los platillos volantes, de Fred Sears. Y ya del 65 cabe mencionar “Los Monstruos invaden la Tierra”, de Ishiro Honda.

Por otro lado, además del cine, la ciencia ficción comenzó a expandirse en otro medio emergente: la televisión. En 1953, “The Quatermass Experiment” se presentó en la televisión británica, siendo uno de los primeros programas significativos de ciencia ficción. En Estados Unidos, héroes de la ciencia ficción capturaron la atención del público televisivo, inspirando productos derivados en cómics como Flash Gordon, pero cabe destacar sobre todo The Twilight Zone a partir de 1959 en la CBS, que obtuvo varios premios Hugo a lo largo de sus 156 episodios que terminaron en 1964, al menos en su primera etapa.

En fin, con este panorama, ¿todavía te sorprende que Martin McFly le colase a su padre que era un extraterrestre?

Las Invasiones extraterrestres “modernas”

Con las bases del género asentadas, los siguientes años se han explorado las consecuencias de las invasiones y amenazas extraterrestres  desde prácticamente todos los puntos de vista posibles.

Cabría destacar varias obras, aunque nos vamos a dejar muchas por el camino.

Podríamos empezar con la literatura, por ejemplo, con La Amenaza de Andrómeda , una novela escrita por Michael Crichton y publicada en 1969. No se centra específicamente en una invasión extraterrestre sino en un satélite militar que regresa a la Tierra y se estrella trayendo consigo un microorganismo extraterrestre mortal. Inspiró la película de mismo nombre que dirige Robert Wise en 1971.

En 1978 se publicó la guía del autoestopista galáctico, de Douglas Adams, cuyo punto de inicio fue justamente un ataque extraterrestre, aunque es básicamente una saga que combina la ciencia ficción con un genial sentido del humor. La historia fue concebida inicialmente como una radioserie, y tuvo una película en 2005.

“Footfall” de 1985 escrita por Larry Niven y Jerry Pournelle es más clásica, y se centra en la invasión de la Tierra por parte de una raza alienígena inteligente y tecnológicamente avanzada que tiene la intención de colonizarla y explotar sus recursos naturales.  También del 85, es el Juego de Ender, de Orson Scott Card. Quizá una de las mejores novelas de invasión extraterrestre, centrada en el contrataque humano, con uno de los mejores plot twist de la historia de la ciencia ficción. Su película no es tan buena c omo el libro, pero es entretenida. Dirigida por Gavin Hood, se estrenó en 2013. Aunque encaje por lo pelos, debería añadir aquí “Los Tommyknockers”, porque es una de las historias favoritas de Stephen King de mi hermano. Es una novela de terror y ciencia ficción escrita publicada en 1987 que gira en torno a una pequeña ciudad de Maine, donde se descubre un objeto metálico relacionado con los alienígenas que termina siendo una amenaza. En 1993 se estrenó una miniserie dirigida por John Power, que es un aprobado raso, pero que tuvo cierto éxito de público.

La Fragua de Dios es una novela de ciencia ficción escrita por Greg Bear y publicada en 1987, de nuevo con una trama más típica de invasión extraterrestre, aunque con alguna vuelta de tuerca.

Entre 1994 y 1996 se publicó la saga WorldWar, de Harry Turtledove. Son cuatro libros que tratan una invasión alienígena en plena segunda guerra mundial. Los extraterrestres, que esperaban encontrar una humanidad medieval, se sorprenden al descubrir una civilización tecnológicamente avanzada y en guerra. Por su lado, fuerzas del eje y aliados se ven obligados a cooperar frente a la amenaza común. Entre 1999 y 2001 el autor publicó Colonization, una trilogía que señala una continuación directa de la saga anterior, que muestra un mundo en el que aliens y humanos conviven de manera tensa.

Una de los relatos que compone La historia de tu vida (1999), de Ted Chiang es la historia de una lingüista que intenta entender cómo comunicarse con una raza de alienígenas que ha aterrizado en la Tierra con intenciones desconocidas. Este libro inspira la genial película “La Llegada”, de 2016, dirigida por Daniel Villenueve, nominada al óscar a la mejor película, al mejor director, al mejor guión adaptado, a la mejor fotografía, entre otros cuantos y ganadora del óscar a la mejor edición de sonido, no puedo recomendártela más. Una sorprendente maravilla.

All Tomorrows, de 2006, es una obra de ciencia ficción especulativa escrita e ilustrada por el artista y escritor turco C. M. Kosemen, también conocido como Nemo Ramjet. Publicada originalmente online, la obra ha ganado notoriedad por su enfoque único y su imaginación desbordante, convirtiéndose en un culto clásico dentro del género. En la historia, una humanidad moderna es subyugada y manipulada genéticamente por una raza extraterrestre.

“The Host” es una novela de ciencia ficción escrita por Stephenie Meyer, autora de la famosa serie “Crepúsculo”. Publicada en 2008, la historia se centra en una invasión extraterrestre de una especie de parásitos que han tomado control de los cuerpos humanos. Se trata de una historia puramente adolescente. Yo soy de los que no se leyó el libro sino que vio la película, que es entretenida sin más. Lo más destacable, su banda sonora, encabezada por Radioactive de Imagine Dragons.

La Quinta Ola y sus secuelas es una novela de ciencia ficción escrita por Rick Yancey, publicada en 2013. La historia cuenta una invasión que se desarrolla en varias olas sucesivas, cada una más devastadora que la anterior. Inspiró una película que pasó sin mucha pena ni gloria durante el boom de cine adolescente de ciencia ficción.

En 2016 se publicó El Problema de los tres cuerpos de Liu Cixin, a la que dedicamos todo un post, tanto de la trilogía como de la serie. Aparecerá por algún lado de la pantalla o podéis encontrarlo en la descripción.

Finalmente, de lo último que me he leído destacaría The Big Dark Sky (2022) de Dean Koontz, que cuenta la historia de un asesino en serie, un niño y un hacker, que se convierten en la última esperanza de la humanidad ante una amenaza extraterrestre.

En el cómic, además de las adaptaciones y alguna saga relacionada de algún superhéroe, lo más destacable es alguna cosa de Marvel, como Invasión Secreta. Sobre todo encontramos cosas en manga, pero debo reconocer que no tengo mucha idea aquí. Que yo conozca, relacionado con el tema tenemos Neon Genesis Evangelion, Gantz o World Trigger. Seguramente haya más cosas, pero que o no conozco o no caigo ahora mismo.

En fin, además de las películas ya mencionadas, cabría destacar algunas que no están basadas en novelas, como por ejemplo Alien, de 1979, dirigida por Ridley Scott, revolucionó el género de la ciencia ficción y horror al presentar a una criatura extraterrestre icónica.

De 1985 es Fuerza Vital, de Tobe Hooper, que narra una curiosa historia de vampiros espaciales invasores. No se me puede olvidar la genial Critters, de 1986, una película de terror y ciencia ficción que sigue a pequeñas criaturas alienígenas peludas y voraces que aterrorizan a una zona rural. Conocida por su mezcla de humor y horror. Tampoco hay que olvidar, siguiendo en los 80, la divertida y traumatizante Payasos Asesinos, de 1988, dirigida por Stephen Chiodo. En 1988 se estrenó también están vivos, de John Carpenter.

En 1994 tenemos la posibilidad de asistir a una de las mejores primeras media hora del cine de ciencia ficción gracias a Stargate. Dirigida por Roland Emmerich, une de forma curiosa la mitología egipcia con extraterrestres, en un momento en el que el tema estaba menos manido. Lamentablemente, lo que sigue a la primera media hora es de mucha menos calidad y la película termina siendo aburrida. Pero por suerte, está la serie posterior: más de una década de exploraciones del universo a través de las puertas en Stargate SG-1, Atlantis y Universe. Muy recomendable.

En 1996 se estrenaron tres películas muy diferentes pero muy influyentes en el género: Independence Day y su secuela tratan este tema de forma muy básica, aunque icónica. Dirigida por Roland Emmerich, esta película se convirtió en un clásico del cine de acción y ciencia ficción con su historia de invasión alienígena a gran escala. Es famosa por sus impresionantes efectos especiales y escenas de destrucción masiva. Aunque aquí sí podríamos hablar largo y tendido de Deus Ex Machina.

El estreno de la primera parte coincidió en el tiempo con la genial Mars Attacks! una comedia negra de ciencia ficción dirigida por Tim Burton. La película es una sátira de las películas de invasión alienígena de los años 50 y cuenta con un elenco estelar. Finalmente, Han llegado es una obra de David Twohy. No llega a la altura de las anteriores, pero tiene su aquel, analizando el tema desde un punto de vista más conspiranoico.

Justo un año después se publica la primera película de Men In Black, que desde un punto de vista más humorístico lleva el tema del contacto extraterrestre y de cómo el servicio secreto hace frente a las amenazas del espacio.

En 2002 se estrenó la lamentable Señales, de Shyamalan. Lo siento pero no puedo con ella, empieza bien pero se viene abajo rápidamente. Una de las peores revelaciones de un extraterrestre de la historia del cine.

Y en el resto de la primera década del siglo XXI hay poca cosa más, salvo que incluyamos Transformers como películas de invasión alienígena, que en realidad entraría por temática, basada en los juguetes y cómics de los 80. También cabría destacar La plaga en 2006, que explora un punto de vista de nuevo coincidente con las películas de zombies.

Eso sí, en 2009 llega una de las maravillas del género, un auténtico vuelco al género, con tintes sociales y políticos: Distrito 9, de Neil Blomkamp. La historia comienza con una nave espacial que se detiene sobre Johanesburgo en 1982. Dentro de la nave, las autoridades encuentran a un grupo de alienígenas malnutridos y enfermos, que son confinados en una zona de cuarentena conocida como “Distrito 9”. La narrativa se centra en cómo ha evolucionado la situación hasta 2010. Destaca su estilo de falso documental, sus efectos visuales impresionantes y su comentario social sobre temas de segregación, xenofobia y derechos humanos. La película fue aclamada por su enfoque innovador y recibió cuatro nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Película. Es sorprendente que esta película no tenga secuela todavía.

Quizá como reacción a la década anterior, entre 2010 y 2014 hubo cierto boom de películas con temática clásica y pura de invasión extraterrestre. Entre ellas cabe destacar Skyline de 2010, Invasión del Mundo: Batalla Los ángeles, de 2011 y Battleship, 2012, inspirada en el famoso juego de hundir la flota. Todas ellas recibieron críticas pobres, pero lo cierto es que son entretenidas y con efectos especiales aceptables. Vi las tres en el cine.

También de esta época, aunque menos clasificable, se encuentra Attack the Block, de 2011, una obra de Joe Cornish que narra la defensa organizada por un grupo de adolescentes frente a una invasión alienígena. En 2013 tenemos Oblivion, dirigida por Joseph Kosinski y protagonizada por Tom Cruise, esta película post-apocalíptica explora la vida en la Tierra después de una invasión alienígena. Buena vuelta al tema, por cierto. También de Tom Cruise, en 2014, se estrenó la genial Al Filo del Mañana, que combina ciencia ficción y acción al seguir a un soldado atrapado en un bucle temporal durante una invasión alienígena. Una gran película, rápida y entretenida.

Respecto a la evolución del género en las series, a partir de los 80 cabría destacar bastantes de notable calidad. Sin incluir los episodios del Dr. Who, Expediente X, Fringe o de Star Trek relacionados con las invasiones, o la serie de finales de los 60 llamada Los Invasores, no hay otra forma de empezar que no sea con la genial V.

V comienza con la llegada de una raza extraterrestre aparentemente amistosa. Los Visitantes, se presentan en enormes naves espaciales, se parecen a los humanos y afirman venir en paz, ofreciendo compartir su avanzada tecnología a cambio de ayuda para obtener ciertos productos químicos esenciales que necesitan de nuestro planeta. Sin embargo, pronto se revela que no son lo que parecen, sino reptiles disfrazados que tienen planes siniestros para la Tierra, incluyendo la explotación de sus recursos y el consumo de la humanidad como alimento. Creada por Kenneth Johnson, la serie es conocida por su trama intrigante y sus fuertes alegorías políticas y sociales. En 2009, se produjo un remake, titulado también V, que modernizó la historia y presentó nuevas interpretaciones de los personajes y los eventos, aunque pasó un poco desapercibida.

Después de V hay series destacables como Abducidos, The Event o Invasión, pero la gran muestra del género será Falling skyes. Es una serie de televisión de ciencia ficción postapocalíptica creada por Robert Rodat y producida ejecutivamente por Steven Spielberg. La serie se emitió en el canal TNT del 19 de junio de 2011 al 30 de agosto de 2015, con un total de cinco temporadas y 52 episodios. La trama muestra la evolución de la resistencia humana desde la mera supervivencia hasta la ofensiva organizada contra los invasores, explorando temas como la familia, la resistencia, la cooperación entre especies y la lucha por la libertad. Aunque fue elogiada por su premisa y producción, especialmente en las primeras temporadas, también fue criticada por algunos clichés y desarrollos de personajes predecibles en temporadas posteriores.

Conclusión

No quiero empezar a terminar el post sin comentar que el género tiene un giro copernicano: las historias donde los humanos son el invasor alienígena. Centinela en 1954, algunas historias en las crónicas marcianas de Ray Bradbury, El nombre del Mundo es Bosque de Ursula LeGuin en 1976, Planeta 51 o, sobre todo, Avatar son grandes ejemplos. Y el tema de dónde colocamos El Planeta de Los Simios, pues tiene su aquel. Pero esto es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

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2 comentarios

  1. Naty

    la pelicula Señales, no entiendo como no te gusto

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