La Era Hiboria de CONAN El Bárbaro
Hoy vamos a hablar de la edad Hiboria, la era durante la que transcurren las aventuras de Conan, situada supuestamente justo después de la Edad Thuria, la del rey Kull y la actual, la nuestra. Porque el mundo de Howard, como el de Tolkien es el previo al actual, no un mundo distinto, sino el mismo pero en época anterior.
Primero, introducimos el universo de Howard, la Era Hiboria, para después explicar sus inicios tras la era Thuria y su evolución. Luego hablamos de todos los reinos y su política en la época de Conan para terminar con una conclusión breve sobre el mundo hiborio.
El universo de Howard
Howard quiso dar un universo coherente y creíble a Conan desde casi su creación. Por eso, después de ver publicada su tercera historia, hacia 1932, escribió un texto, La Edad Hiboria, que aunque no se publicó hasta su muerte, sirvió al autor como marco de referencia para contextualizar las aventuras del cimmerio.
En la Edad Hiboria, Howard, además de dejar las características principales de su mundo y sus principales reinos, lo conecta con el mundo real y con el mundo de alguno de sus otros personajes. Así, el pasado de la Era Hiboria es la era Thuria, donde se sitúan las aventuras del Rey Kull. Por otro lado, el futuro de la Era Hiboria es nuestra época, algo que Howard deja patente en alguno de sus ensayos basados en el mundo real, como en El Morador del Anillo, donde se describe un artefacto hibório. Este relato está además conectado con los mitos de Chtulu, de Lovecraft. Pero de eso ya hablamos en nuestro post anterior sobre Conan.
Howard era un amante de la historia, fascinado por el auge y caída de civilizaciones, y los conflictos épicos que marcaban cambios de época. Pero su vida como escritor de relatos en revistas pulp, aunque exitosa, le exigía escribir mucho. De hecho, Howard es un escritor realmente prolífico, que en su trayectoria breve dejó cientos de relatos. Bien para los lectores.
Pero por el lado malo, esto le impedía, investigar suficientemente bien el contexto histórico, esto es, documentarse como él querría para contar una historia sin anacronismos ni destrozar la historia real. Por lo tanto, crear una época ficticia le permitió basarse en diferentes mitos y situaciones históricas, así como usar nombres de regiones o de accidentes geográficos relacionados con el mundo real que sugieren cierto aspecto histórico pero que también le permiten una gran flexibilidad a la hora de contar historias.
Además Howard, para dar credibilidad a los relatos de Conan, hace referencia a diferentes textos ficticios, supuestos fragmentos que habrían llegado hasta nuestros días. La Balada antigua, El libro de Skelos, La canción de Bêlit… son otros supuestos fragmentos que el autor va introduciendo en sus obras.
Por ejemplo, en el siguiente, de las Crónicas Nemedias, se explica el mundo en la Edad Hiboria:
«Sabed, oh, príncipe, que entre los años en que los océanos se tragaron Atlantis y las resplandecientes ciudades, y los años del alzamiento de los hijos de Aryas, hubo una edad no soñada en la que brillantes reinos se esparcían por el mundo como mantos azules bajo las estrellas: Nemedia, Ofir, Brithunia, Hiperbórea, Zamora —con sus mujeres de cabellos oscuros y sus torres plagadas de arácnidos misterios—; Zingara y su caballería; Koth, que lindaba con las tierras de pastoreo de Shem; Estigia, con sus tumbas custodiadas por sombras; e Hirkania, cuyos jinetes vestían de acero, seda y oro. Pero el reino más orgulloso del mundo era Aquilonia, que reinaba suprema en el oeste.
Allí llegó Conan, el cimmerio, de pelo negro, ojos sombríos, espada en la mano; un ladrón, un saqueador, un asesino, de gigantescas melancolías y gigantesca felicidad, para pisar los enjoyados tronos de la Tierra con sus pies calzados con sandalias».
Lamentablemente, son historias que sencillamente dan apoyo a la narrativa de sus relatos, pero que Howard no escribió totalmente. Algo así como lo que hace Tolkien en el Señor de los Anillos, con los poemas que cuentan historias de El Silmarillion. De hecho, el propio señor de los anillos sería como hacer eso pero a lo grande, ya que supuestamente los hechos de esta historia se cuenta en el Libro Rojo de la Frontera del Oeste, el ficticio conjunto de libros de los que supuestamente Tolkien sacó su mitología.
Otra coincidencia entre Howard y Tolkien es que ambos crean un mundo previo al actual, pero no un mundo distinto, sino el mismo mundo en que vivimos pero en una época anterior. Por eso sus mapas guardan cierto parecido entre ellos, porque también lo guardan con europa.
Más allá de eso, eso sí, Howard y Tolkien no compartían demasiado. Aunque en una ocasión Tolkien asegurase a Sprague de Camp que disfrutaba de las aventuras de Conan, probablemente estaba siendo amable, según el propio de Camp. Las intenciones de ambos autores son muy diferentes, aunque compartan algunas similitudes que estoy seguro de que el bueno del señor J valoraba. Como el mismo profesor reconoció en una entrevista en The Telegraph realizada en fechas similares a su encuentro con de Camp, Tolkien siempre andaba buscando algo que no podía encontrar, que era algo como lo que él escribía. Pero eso es otra historia que debe ser contada en otra ocasión.
El Mapa de Miller y Clark
Volviendo con la Edad Hiboria, es llamativo lo detallado que está su mundo en los propios relatos de Conan. Así, aunque su relato sobre la Edad Hiboria no se publicó hasta su fallecimiento, diferentes autores consiguieron realizar un mapa y una cronología de esta era.
La aproximación más conocida es la que hacen P. Schuyler Miller y John D. Clark, en 1936. Estos admiradores de Conan, enviaron una carta a Howard con sus apuntes cronológicos así como un mapa, basado tan sólo en los relatos, que sorprendieron al propio Howard por su exactitud.
Howard les respondió enviándoles el mapa que él mismo había diseñado junto con el relato de la Edad Hiboria que había utilizado como referencia para sus historias, puesto que como hemos dicho antes, aún no se había publicado. De este relato se publicarían algunos capítulos en la revista The Phantagraph y completo en 1938, en forma de fascículos gracias al apoyo de varios aficionados.
En la carta en la que responde a Miller y Clark, Howard reconoce que sólo tiene dibujados los territorios al este de Vilayet y al norte de Kush, y del resto no pretendió nunca hacer un mapa, si bien tenía en mente su distribución geográfica. Esto le permitía una mayor flexibilidad y cierto realismo, puesto que lo compara con el conocimiento que los europeos tenían de Africa o de Asia durante la Edad Media.
Antes hemos comentado que la Edad Hiboria es el pasado de nuestro mundo. Howard dejó deliberadamente sin respuesta a cuándo exactamente en el pasado, situándola sencillamente en algún punto entre la caída de Atlantis y el inicio de los registros históricos antiguos. Esto ha llevado a diferentes autores a hacer sus propias elucubraciones. Las más aceptadas son las de L. Sprague de Camp, seguida en los cómics por Roy Thomas, que la sitúan en torno al año 10 mil antes de Cristo, al final del máximo de la última glaciación. Esto podría cuadrar en el sentido de que sabemos muy poco sobre civilizaciones anteriores a esa época.
Algunos autores más modernos, como Dale Rippke, la atrasan significativamente en el tiempo, hasta el año menos 32.000 adc, justo antes del máximo de la última glaciación, pero en general la datación más aceptada es la que hemos comentado anteriormente.
La Edad Thuria
Pero empecemos por el principio, la Edad Thuria, época que precede a la Edad Hiboria y donde suceden las aventuras de Kull de Atlantis.
La Era Thuriana, en el universo de Robert E. Howard, es un periodo legendario y fascinante que finalizaría hace aproximadamente 20 o 30 mil años, dependiendo de la fuente, con un cataclismo de proporciones épicas.
Antes de seguir, cuidado con los mapas que mostraremos en este post, porque no fueron dibujados por Howard, sino basados en los relatos principalmente de Kull. Todos ellos sufren de alguna contradicción mayor o menor, que no vienen al caso en este post, pero bueno, sirven como apoyo y por eso los utilizo.
Durante esta época, el continente de Thuria era el escenario de grandes civilizaciones y de una compleja red de territorios salvajes y culturas avanzadas, divididas entre los reinos civilizados en el continente y las tierras bárbaras de las islas circundantes. Esta dualidad –civilización contra barbarie– es una de las claves de esta era, y en general del pensamiento de Howard, y en la Edad Thuria se refleja tanto en los enfrentamientos entre reinos como en la interacción entre los diversos pueblos y culturas que la habitan.
Los reinos civilizados de la Era Thuriana están en el oeste del continente, de los que Howard cita 6 en su ensayo de la edad hiboria: Commoria, Grondar, Kamelia, Thule, Verulia o Valusia, aunque luego en las aventuras de Kull hable de los míticos 7 reinos.
Este es el tipo de cosas que como sabéis abren la especulación de los fans, que suelen discutir cuáles son esos 7 reinos. Para añadir más complejidad al asunto, en los relatos de Howard sobre Kull, solo se mencionan 3 de esos 6 reinos, porque Thule, Commoria o Kamelia no aparecen. Esto podría significar que no existían durante la época de Kull y que por lo tanto los 7 reinos son otros, aunque no es lo que yo pienso.
En el continente existían otros reinos, como Farsún, Zarfhaana o Thurania, del que se menciona muy poco. Podría ser alguno de ellos, aunque el más probable creo que sería Thurania, más bien por descarte y por el parecido del nombre a los otros 6 reinos, teniendo en cuenta que deberían compartir una cultura común.
En fin, estos reinos destacan por sus culturas organizadas y su refinamiento, una suerte de sociedad avanzada que guarda ecos de las civilizaciones antiguas que inspiraron a Howard. Todos estos reinos parecen descender de una cultura común y en general hablan el mismo idioma.
Valusia es el centro de la civilización en la época de Kull. Igual que ocurre en los otros reinos, está en decadencia, protegida por mercenarios bárbaros que además a menudo son sus generales o estadistas. O sus reyes. En Valusia, por ejemplo, Kull llegará a reinar y devolverle en parte algo de su gloria perdida.
Verulia es conocida por sus engaños y traiciones, Grondar es una nación oscura y poco conocida, menos refinada que el resto. A su este había un gran desierto. Thule, ubicado en el norte eventualmente se convertirá en Asgard y Vanaheim después del Cataclismo.
Por otro lado, las tierras bárbaras, principalmente situadas en las islas, son el hogar de pueblos que aún mantienen modos de vida primitivos y una conexión profunda con la naturaleza y el combate. Así, la cultura atlante y la picta se desarrollan en islas al oeste del continente, mientras que los lemurianos habitan el archipiélago al este, en el Pacífico, en Islas Lemurianas, que son todo lo que queda del anterior poderoso continente de Mu.
Este periodo es, además, un tiempo de misterios y de antiguas especies prehumanas que coexisten en el continente y sus alrededores. Howard menciona otras civilizaciones que luego apenas desarrolla, y sugiere la presencia de criaturas y entidades arcanas que anteceden a la humanidad, añadiendo una atmósfera de peligro sobrenatural. Estos vestigios no humanos y el desarrollo de poderes místicos en Thuria refuerzan la atmósfera de mitología oscura que envuelve a esta época y que Howard, influido su amigo Lovecraft, utiliza para mostrar un mundo lleno de secretos y peligros.
Algunos ejemplos de esto podrían ser los Hombres del Lago del Reino Encantado, al que se puede acceder a través del Lago Prohibido en Valusia, o los hombres serpiente que esclavizaron durante años a Valusia. O la especie alojada en unas islas del oeste con la que los lemurios a veces contactan.
El fin de la Era Thuriana llega con un cataclismo que altera la geografía de Thuria de forma radical. Atlantis y la mayor parte del archipiélago lemurio se hunden bajo las olas, y los supervivientes de estas tierras deben buscar refugio en el continente, lo que provocará cambios profundos en las sociedades y el surgimiento de nuevas culturas.
La transformación de este mundo marca el inicio de la Era Hiboria. Los atlantes refugiados en el norte, con el tiempo, forman una cultura bárbara que, eventualmente, dará origen a los cimmerios, un pueblo clave en la Era Hiboria y el linaje del propio Conan. Es curioso porque por el nombre uno hubiera dicho que Cimmeria vienen de Commoria… pero no es lo que dice Howard.
Por otro lado, los lemurianos que logran sobrevivir son esclavizados en el este del continente y, tras siglos de opresión, se rebelan y fundan los reinos de Hirkania, Turan y otros que más tarde serán fundamentales en el mundo hiborio. Los pictos, dispersos entre los nuevos continentes, se dividen en dos ramas: algunos migran al continente americano, mientras que otros se establecen en el noroeste del continente hiborio, manteniendo sus tradiciones y su cultura guerrera.
En la visión de Howard, esta era mítica no es solo el pasado lejano de los relatos de Conan; representa el ciclo eterno de ascenso y caída de civilizaciones. La Era Thuriana es un recordatorio de que, en este mundo, la civilización y la barbarie se suceden sin descanso, cada una con sus propios valores y desafíos, en un continuo conflicto que se repite a lo largo de las eras. El cataclismo que destruye la Atlántida y Lemuria en esta era mítica es solo uno de los tantos colapsos que estructuran el imaginario de Howard, donde el mundo se redefine una y otra vez, guiado por la lucha y la supervivencia. La Era Thuriana es el eco de civilizaciones perdidas y la antesala de una época que heredará tanto su gloria como su tragedia, un preludio necesario para que el mundo hiborio de Conan cobre vida como un reflejo de la historia cíclica que tanto fascinaba a su autor.
En todo caso, seguramente haré algún post sobre Kull. Es un personaje genial, que merece su apartado propio.
La Edad Hiboria: Antes de Conan
Unas décadas después de las historias de Kull ocurrió el gran cataclismo. Los volcanes entraron en erupción y terremotos borraron del mapa ciudades y civilizaciones, grandes zonas del continente thurio desaparecieron bajo las olas, Atlantis y Lemuria se hundieron, y las islas pictas se elevaron, formando los picos de las montañas de un nuevo continente cuya existencia fue desconocida por los pueblos que surgirían después occidente hasta miles de años después.
En general, tras el cataclismo, los pueblos bárbaros tuvieron más suerte que los reinos thurios. Por ejemplo, el reino continental de los atlantes pudo escapar dela destrucción y muchos otros llegaron en barcos desde las tierras sumergidas formando Cimmeria. Un gran grupo de Pictos, por su lado, se dividió en dos grandes pueblos, uno se estableció en el nuevo continente que comentamos antes y otros llegaron a lo que quedaba del antiguo continente, formando los pueblos pictos, que mantendrían su nombre pero no recordarían su pasado. En cuanto a los lemurios, huyeron a la costa oriental del continente thurio, pero allí se convirtieron en esclavos durante miles de años de una antigua cultura.
Todos estos cambios vinieron también acompañados de cambios en el clima y en las especies que habitaban la tierra, apareciendo nuevas bestias y amenazas, mientras que después del cataclismo, los humanos supervivientes quedaron reducidos a un estado primitivo, apenas superior al de la edad de piedra.
Estos humanos de la casi edad de piedra se mantuvieron en conflicto, hasta que los reinos bárbaros, atlante y picto, desaparecieron en el olvido unos 500 años tras el hundimiento del mundo. Un nuevo evento catastrófico, aunque menor, destruyó cualquier resquicio de una nueva cultura y unió varios lagos en un nuevo mar interior, que separó el este del oeste.
Ajenos a estas batallas, los lemurios se mantenían bajo el yugo de sus nuevos amos, y en el sur, todo seguía rodeado de misterio ya que allí las tierras no habían sido afectadas pero se mantenían en un estado prehumano. De las civilizaciones thurias, sólo unos pocos se salvaron, en las bajas montañas del sudeste: los zhemri. En el resto del continente, diferentes clanes de humanoides salvajes acaparaban las tierras, ajenos por completo al auge y decadencia de las civilizaciones.
Por aquel entonces, tan sólo un pueblo del norte iba evolucionando, echando a los pueblos de la zona, como por ejemplo un grupo de hombres mono albinos, y habitando sus tierras.
Unos mil años después del segundo cataclismo, el mundo occidental se ha convertido en una tierra salvaje. Por las zonas montañosas y boscosas del noroeste, se encuentran salvajes descendientes de los atlantes que ahora son seres primitivos, casi prehumanos, tras las continuas guerras con los pictos. Estos, en el sudoeste, también seres casi prehumanos que viven en cavernas.
En el este, por su lado, los lemurios se sublevan y acaban con sus amos, pero viven tambiénen estado primitivo y salvaje. Los pocos que sobreviven de la civilización que mantenía como esclavos a los lemurios escapan hacia el oeste, y crean dos reinos: Estigia en el sur y Aqueron en el norte. Se desarrollan así nuevas culturas, mezcla de las de los reinos humanoides que habitaban aquella zona y los antiguos amos de los lemurios.
Finalmente, en el norte, los pequeños grupos de salvajes comienzan a experimentar ya cierto desarrollo. Son los hiborios, que adoraban al dios Bori, que es descrito como un héroe legendario o un semidiós que lideró a los hiborios durante épocas antiguas y formó una especie de culto tribal alrededor de su figura. Con el tiempo, su culto evolucionó, y Bori pasó de ser un héroe reverenciado a convertirse en una deidad asociada con la fuerza y la resistencia. Si quieres que hagamos un post sobre las religiones en la edad hiboria, ya sabes, dínoslo en los comentarios.
El pueblo hiboria, de cabellos leonados y ojos grises, son guerreros fuertes y corpulentos. Se centran en la caza, pero también comienzan a manifestar su gusto por el arte. Estos pueblos fueron creciendo en número y viajando hacia el sur y el oeste.
Un grupo de ellos descubre las construcciones de piedra, mil quinientos años después, creando el reino de Hiperbórea, que experimentó un rápido desarrollo. En la misma época, los zhemri supervivientes, que han crecido en número, tratan de restablecer su antigua cultura. Los descendientes de los atlantes en el oeste comienzan a evolucionar casi de cero, sin consciencia de su cultura anterior. Al sur, los pictos se mantienen en el mismo estado sin avances ni retrocesos. Los estigios por su lado siguen en su reino misterioso y en sus confines orientales hay varios grupos de nómadas, conocidos como Hijos de Shem.
Aparece por otro lado un grupo de salvajes rubios en el norte, que desplazan a los pueblos hiborios hacia el sur, llevándoles a atacar el reino de Aquerón, sobre el que ejercieron una gran presión durante cientos de años, y aunque los estigios fueron en su ayuda, al final cayó y lo cierto es que la historia durante los mil años siguientes es la del ascenso de los hiborios, que terminarán dominando poco a poco el mundo occidental. Durante ese periodo, desplazan a los pictos hacia el oeste.
Mientras tanto, en el noroeste, los descendientes de los atlantes, que alcanzan un estado algo más avanzado, no tienen aún contacto con los hiborios. Los lemurios, por su parte, en el este crean una extraña semicultura propia. Al sur, los hiborios crean varios reinos primitivos, entre ellos el de Koth.
Los rubios semihumanos del norte se van haciendo más y poderosos y derrotan a los hiperbóreos, aunque el reino conserva el antiguo nombre. Al sudeste de Hiperbórea surge un reino de zhemris, llamado Zamora. En el sudoeste, una tribu de pictos invade el valle de Zingg, que a su vez es conquistado más tarde por una tribu de hiborios dando origen al reino de Zíngara.
Quinientos años después, el mundo es ya más o menos como lo conoce Conan. Los reinos hiborios dominan el mundo occidental (entre ellos están Aquilonia, Nemedia, Koth, o Corinthia). Zamora se encuentra al este y Zíngara al oeste. Los Hijos de Shem están bajo el yugo de los estigios y después de los kothianos, que desplazaron a los estigios hacia el sur del gran río Styx, Nilus o Nilo. Al norte de Aquilonia, se encuentran los violentos y salvajes cimmerios, descendientes de los atlantes, ahora en un proceso de evolución más constante que los descendientes de los pictos, que habitan en las zonas desérticas del oeste de Aquilonia.
Tras otros 500 años, los pueblos hiborios están muy mezclados y son el pueblo dominante de las tierras occidentales. Eso sí, han sido despejados totalmente del norte por los rubios salvajes del Ártico. Llaman a su tierra Nordheim, y sus habitantes están divididos entre los pelirrojos vanires de Vanaheim y los rubios aesires de Asgard.
La Edad Hiboria: La época de Conan
En los tiempos de Conan, los lemurios habían reaparecido, en los pueblos conocidos como los hirkanios, presionando hacia el oeste, desde el reino de Turan, en la orilla sudoeste del mar interior conocido como Vilayet.
En la novela de Conan, la hora del Dragón, Howard señala que sobre las ruinas del reino Aquerón se formaron diferentes reinos, como Nemedia, Argos o Koth, aunque el más importante es Aquilonia, que en época de Conan mantenía el espíritu expansionista de reunificar los antiguos reinos.
Además de los reinos que hemos visto antes, encontramos Vanaheim, Asgard o Hiperbória en el norte, Cimmeria, justo al norte de Aquilonia, y las tierras Pictas al oeste.
Al sur de Aquilonia están los reinos de Zíngara, Ofir, Koth o Shem, y más al sur encontramos Estigia, más allá de ella, los reinos negros.
Al este está Zamora, Corinthia o Brithunia. Y más al este, el reino hirkanio de Turan, y más allá Khitai y otros reinos orientales.
El fin de la Edad Hiboria
Quinientos años después de la muerte de Conan, la civilización hiboria es barrida del mundo. Curiosamente no se produjo tanto por la decadencia de su cultura como por el ascenso de los pueblos bárbaros y sobre todo, de los hirkanios.
La sed de territorios de Aquilonia los había llevado a invadir Zingara, Argos y Ofir, varias ciudades de Shem y a tener como estados vasallos Corinthia, y las tribus shemitas orientales. Así mismo, habían echado a los hiperbóreos hacia el norte. Un alianza secreta de Nemedia, Brithunia, Zamora y Koth se estaba preparando cuando los hirkanios irrumpieron como nunca antes, destrozaron rápidamente las defensas de Zamora y la parte oriental de Corinthia. Aunque los aquilonios consiguieron contenerlos en Brithunia, la alianza quedó rota.
Mientras tanto, las cosas cambiaban en Occidente. En el norte, los cimmerios estaban en continuas batallas contra los hombres de Nordhaim. Los aesires invadieron hiperbórea, adelantando su frontera.
Los pictos, por su lado, crecían en poderío. Un sacerdote de Mitra nemedio, llamado Arus, fue el protagonista de este cambio. Decidió predicar en las tierras pictas, poniendo el poder y explendor de los reinos hiborios como ejemplo de los beneficios que otorga seguir las enseñanzas de Mitra. Un jefe picto llamado Gorm, más atraído por el poder y el explendor que por la religión, escuchó al sacerdote y lo acogió.
Arus enseñó a los pictos a extraer y trabajar el hierro de sus minas e infundió el deseo de contactar con los países civilizados. Antes de la llegada del sacerdote, los pictos sólo tenían las armas de acero que robaban a sus enemigos en batalla.
Gracias a esta ventaja, Gorm fue tomando poder interno entre las tribus. Además comenzó a realizar diplomacia con los aquilonios, que trataban de azuzarlos contra los cimmerios y comenzaron a admitirlos como mercenerios, lo que permitió que los pictos también avanzaran en el conocimiento de la batalla. Cuando Gorm se acercaba al final de su vida y habiendo unido a los pueblos pictos, se lanzó a la conquista.
El pobre Arus sólo comprendió su error entonces. Pensaba que estaba convirtiendo a los pictos, pero estos sólo le escuchaban para mejorar su arte como guerreros.
Pero en un principio al menos, los bosonios consiguieron rechazar los ataques de los ahora bien equipados pictos, a veces con la ayuda de Aquilonia.
El gran reino, por su lado, proseguía con sus conquistas, recuperando e invadiendo para sí Zamora de los hirkanios. También se anexionaron Brithunia y llegaron hasta el río Styx, donde el rey de Estigia llegó a un acuerdo convirtiéndose, como Koth, en un estado vasallo. Sólo resistía Nemedia.
El espíritu de los aquilonios se volvió altivo y despreciaban a todos los habitantes de los reinos de los que se consideraban amos. Esa fue la causa de que no consiguieran hacerse con Nemedia. Los bosonios, hartos de las afrentas de los aquilonios y sabiendo el peligro que corrían sus fronteras ante la amenaza creciente de los pictos, desertaron de las batallas en Nemedia.
Los aquilonios interpretaron este acto como una traición y con la excusa de hacer incursiones en territorios pictos, enviaron un ejército de mercenarios shemitas que al final atacó a los bosonios, arrasando la marca. Y los pictos, liderados por Gorm, aprovecharon ese momento para atacar con todo. No encontraron resitencia bosonia y llegaron hasta una Aquilonia también indefensa, pues las tropas estaban en Nemedia. Zingara también aprovecho esta oportunidad y se levantaron frente a los aquilonios, seguidos de los corintios y shemitas. Las noticias del levantamiento llegaron a los mercenarios aquilonios, que se amotinaron y regresaron a sus países. Entonces, llegaron los cimmerios desde el norte, para completar la ruina de Aquilonia, que quedó destrozada y sin legiones, ocupada por los pictos.
Sin resistencia de las tropas aquilonias en Zamora, el reino hirkanio de Turan aprovechó para invadirla de nuevo. Después llegarían varias hordas más de hirkanios, no pertenecientes a Turan y que al principio guerreaban entre ellos hasta que un gran cabecilla terminó por unirlos a todos, invadiendo Brithunia, Corinthia, el sur de Hiperbórea, y Cimmeria, cuyos ciudadanos tuvieron que huir a las montañas.
Los reinos de Shem por su parte, consiguieron liberarse del yugo de Koth, pero por poco tiempo, puesto que los hirkanios llegaron con un dominio aún más duro que el anterior. Los hirkanios continuaron hasta Estigia y llegaron hasta los pueblos negros.
Los pictos, por su lado, tomaron Zingara, Argos y llegaron hasta Ofir, donde se encontraron con los hirkanios.
En el centro, Nemedia se tambalea ante los ataques por este y oeste, pero resiste gracias a la ayuda de una gran tribu de aesires que es contratada como mercenaria.
La situación por tanto, en aquella época era de un vasto imperio picto, desde las costas de Vanaheim hasta Zingara, que componía todo Aquilonia menos Gunderland, que aún resiste, Argos, Ofir, el oeste de Shem y la parte occidental de Koth, donde batalla con los hirkanios, que controlan desde Estigia al sur hasta hiperbórea, incluyendo Zamora, Brithunia, Corinthia, los reinos fronterizos, el oriente de Shem y la parte oriental de Koth.
Nordheim, Cimmeria y Nemedia, consiguen resistir durante el breve periodo que pictos e hirkanios combaten por las ruinas del mundo hiborio.
Porque muy poco después, comienzan las glaciaciones y las conquistas de los nórdicos. Los nórdicos llegaron antes. Los cimmerios avanzaron, empujados por las oleadas de invasores desde el norte, destruyendo Gunderland, el norte de Nemedia, y se enfrentaron a los hirkanios en Brithunia. Continuaron al sudeste, destrozando el reino de Turan, desplazando a los hirkanios a Oriente para no volver a Occidente hasta miles de años después, cuando se habían convertido en los hunos.
También del norte, hordas de aesires y vanire irrumpieron de forma incontenible, haciendo tambalear al imperio picto. Nemedia fue totalmente conquistada y los conquistadores adoptarían su nombre para el nuevo renio, que llegó hasta Koth, liberando de nuevo a los pueblos shemitas. Algunas tribus llegaron tan al sur como a Estigia. De hecho, un grupo de vanires, como contamos hace un rato, se estableció como la clase dominante, de la que luego dirán descender los primeros faraones de Egipto, de cabellos también rojos.
Entonces, después de años de guerras, no había ciudades importantes en todo lo que había sido los reinos hiborios. Toda su historia desapareció así en una bruma de mitos y fantasías. Pero perduraron algunos nombres de sus antiguos habitantes. Por ejemplo, los zíngaros, de Zingara. Los aesires de Nemedia, fueron llamados primero nemedios aunque luego se tornarían en irlandeses. Los nórdicos que se establecieron en brithunia se conocerían como bretones.
Sin dar tiempo a que los nórdicos iniciaran un imperio, llegó un nuevo cataclismo, que dejó la tierra como ahora la conocemos.
Vanaheim y Asgard desaparecen bajo las olas, el océano irrumpió en Cimmeria formando el mar del norte y las antiguas montañas formarían las islas británicas. Las olas también sumergieron las selvas pictas y las marcas de Bosonia. En el norte se formó el báltico, donde luego se asentaría Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca. Al sur, estigia queda separada del continente y sobre Argos, Koth y Seth se extendió el mediterráneo. Finaliza así, la era Hiboria.
Conclusión
Robert E. Howard supo conjugar una amplia gama de influencias para dar vida a la Era Hiboria, un universo lleno de reinos, monstruos y personajes arquetípicos que exploran las luchas universales del ser humano. Su capacidad para integrar elementos históricos, filosóficos y personales en sus relatos le permitió construir un universo convincente y perenne que ha perdurado como un pilar de la literatura de espada y brujería. La Era Hiboria sigue siendo no solo un escenario de aventuras, sino un comentario sobre la naturaleza humana y el eterno conflicto entre la barbarie y la civilización, legado que aún resuena en la fantasía moderna.