Las tres leyes de la magia de Brandon Sanderson
Vamos a comenzar una serie de posts sobre la magia en la literatura fantástica, y creo que es interesante empezar por Brandon Sanderson.
Brandon Sanderson es conocido por crear sistemas de magia detallados y bien estructurados en sus novelas de fantasía. Su enfoque se basa en lo que él llama “Leyes de la Magia”, que guían cómo funcionan sus sistemas de magia. En el post de hoy explicaremos sus principios clave con ejemplos de cómo se aplican en sus obras.
Magia y Brandon Sanderson
Brandon Sanderson, un autor destacado en el género de la fantasía, es conocido por sus complejos y bien estructurados sistemas de magia. A diferencia de muchos autores que utilizan la magia como un elemento misterioso e inexplicado, Sanderson se esfuerza por crear sistemas de magia que son lógicos, coherentes y profundamente integrados en la trama de sus historias.

Importante, aunque pondremos ejemplos de los sistemas concretos de Brandon Sanderson en sus principales sagas en este post, lo que no haremos será profundizar sobre estos sistemas, puesto que eso lo haremos en otros posts en el futuro, así tendremos un post de la magia en Nacidos de la Bruma, por ejemplo, del mismo modo que profundizaremos en próximos posts sobre la magia en la Tierra Media, en la Rueda del Tiempo o en sagas de manga y cómics, como Atelier of Whitchhat o Arrowsmith, entre otros muchos.
Este post está pensado para explicar las leyes de la magia para este autor. Y es que para guiar su proceso de creación de magia, Sanderson ha formulado tres leyes que rigen cómo debe funcionar la magia en sus mundos ficticios. Estas leyes no solo son fundamentales para su propio trabajo, sino que también han influido a muchos escritores y lectores que buscan entender cómo construir sistemas de magia efectivos y convincentes.
Exploraremos por tanto las tres leyes de la magia de Sanderson y cómo estas se aplican en sus obras.
Primera Ley de la Magia de Sanderson
La Primera Ley de la Magia de Sanderson: “La capacidad de un autor para resolver conflictos con magia es directamente proporcional a lo bien que el lector entienda dicha magia”.

La Primera Ley de la Magia de Sanderson establece así que la efectividad de la magia para resolver conflictos narrativos depende de la claridad con la que se explica y entiende su funcionamiento. Dicho de otra manera, cuanto más comprenda el lector cómo funciona la magia, más convincente y satisfactoria será su utilización en el desarrollo de la historia.
Sanderson divide así los sistemas de magia en dos categorías principales: magia blanda y magia dura.
La Magia Blanda tiene reglas difusas y por lo tanto, es impredecible. La magia blanda carece de reglas claras y definidas. Los poderes y limitaciones no están completamente explicados, lo que deja más espacio para el misterio y la sorpresa. Dado que las reglas no son claras, la utilización de la magia puede parecer arbitraria o inexplicable.
Por lo tanto, puede ser menos satisfactoria cuando se utiliza para resolver conflictos. Es decir, cuando el autor decide incluir magia blanda en su novela, puede caer en la tentación de usarla para resolver los problemas de los protagonistas, y caer así en el cliché del deus ex machina.
El uso de este tipo de magia debe ser principalmente para establecer ambientes específicos, pero no para avanzar la trama. Sanderson recomienda, de hecho, utilizarla más para complicar la vida a los personajes que para hacerles la vida más sencilla.

Un ejemplo de Magia Blanda típico sería la de “El Señor de los Anillos” de J.R.R. Tolkien. Los poderes de personajes como Gandalf no están completamente explicados. Sabemos que es poderoso y tiene habilidades mágicas, pero los límites y la naturaleza exacta de su magia no se detallan. Lo mismo ocurre con la magia de los elfos o incluso la de los hobbits. Parecen más habilidades de las propias razas que magia, pero sin embargo la magia existe, cuando se dice que por ejemplo el rey brujo es bueno en los conjuros. Todo esto contribuye a la atmósfera mística y épica de la historia. La magia sucede y los protagonistas deben convivir con ella.
Otro sistema de magia blanda es la fuerza en Star Wars, que carece de reglas claras y definidas, permite una gran variedad de poderes sin una estructura uniforme, y se basa en componentes místicos y espirituales que no se explican científicamente, a pesar del lamentable intento de los midiclorianos. El uso de la fuerza es impredecible y flexible, adaptándose convenientemente a las necesidades de la trama, lo que permite resolver conflictos sin una explicación detallada de cómo se logran estas hazañas. Algunas veces, de hecho, este recurso se utiliza mal y genera recelos del espectador y sensación de Deus ExMAchina, pero eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.
Por su lado, la Magia Dura tiene reglas claras y por tanto, es predecible. Los lectores saben qué puede hacer la magia, qué no puede hacer y cuáles son los costos y limitaciones asociados.
Dado que las reglas son claras, los lectores pueden prever cómo los personajes pueden usar la magia para resolver problemas. Esto crea una sensación de satisfacción cuando la magia se utiliza de manera lógica y creativa.
Un ejemplo claro es el propio Sanderson. Pongamos por ejemplo el sistema de Nacidos de la bruma, en concreto la Alomancia. Los personajes obtienen poderes específicos al consumir ciertos metales. Por ejemplo, el hierro permite a los personajes atraer objetos metálicos, mientras que el estaño mejora sus sentidos. Cada metal tiene un efecto definido y conocido, un uso y una duración claros, lo que permite a los lectores entender cómo se puede utilizar la magia en diferentes situaciones y por lo tanto dar más realismo a las escenas donde se utiliza.
Otro ejemplo de magia dura es el caso de Bernard Torelló, Kai47, en su última novela, La Edad del Sol. El consumo de determinados alimentos provenientes de criaturas míticas permite el uso de determinados tipos de magia, en un sistema claro con reglas conocidas, explicables y explicadas a lo largo de la novela.
Obviamente, los límites entre magia blanda y dura no tienen por qué ser completamente claros. Por ejemplo, Harry Potter se mueve en un terreno mixto entre ambas. Aunque parece que el sistema de magia tiene reglas, en realidad se queda en un terreno ambiguo y flexible. No se explican claramente la fuente de la magia, cómo un mago puede incrementar su poder, o cuáles son las verdaderas limitaciones de la magia. La magia envuelve la trama y añade encanto al mundo, pero su funcionamiento interno no es esencial para la historia.
Otra opción sería incluir ambos sistemas, como por ejemplo en El Nombre del Viento, de Patrick Rothfuss. Mientras que la simpatía es un sistema de magia casi científico, aunque no se revela todo en el primer libro, la nominación es un sistema de magia blanda y nebulosa, con pocos detalles concretos y basada en leyendas vagas, lo que nos deja esperando que Patrick o nos explique su funcionamiento y capacidades o sencillamente permita que quede la incógnita revelándose definitivamente como magia blanda.
En el mismo sentido, la Saga de Geralt de Rivia, algunos hechizos y pociones tienen efectos específicos y reglas claras sobre cómo funcionan. Por ejemplo, los signos que usa Geralt tienen aplicaciones muy concretas y definidas. Otros aspectos de la magia, como las profecías y las influencias mágicas más amplias, no se explican completamente y se dejan en el reino de lo misterioso y lo arcano.
Segunda Ley de la Magia de Sanderson
La Segunda Ley de la Magia de Sanderson: “Las limitaciones son más importantes que los poderes.”

La Segunda Ley de la Magia de Sanderson subraya por tanto que las limitaciones, debilidades y costos asociados con la magia son lo que realmente la hacen interesante y útil desde una perspectiva narrativa. Al enfocarse en lo que la magia no puede hacer, o en los costos y riesgos de usarla, se crea una mayor tensión y profundidad en la historia.
Hay varias razones que justifican que las limitaciones en la magia son esenciales. En primer lugar, evitar la Omnipotencia: Sin limitaciones, los personajes con habilidades mágicas pueden parecer omnipotentes, lo que reduce la tensión y el conflicto en la historia. Los límites hacen que la magia sea más equilibrada y que los personajes deban enfrentarse a desafíos reales.
En segundo lugar, fomentar la Creatividad: Las restricciones obligan a los personajes a ser más ingeniosos y creativos al usar sus habilidades mágicas. Esto no solo hace que las soluciones sean más interesantes, sino que también permite un desarrollo más profundo de los personajes.
Las limitaciones añaden además profundidad y Realismo: Las limitaciones hacen que la magia se sienta más realista y coherente dentro del mundo de la historia. Los lectores pueden relacionarse mejor con los personajes y sus luchas cuando hay reglas y consecuencias claras.
También generan Tensión y Conflicto, crean obstáculos y desafíos que aumentan la tensión y el conflicto en la historia. Los personajes no pueden simplemente usar la magia para resolver todos sus problemas, lo que hace que sus luchas sean más significativas.
Finalmente, las limitaciones ayudan a construir un mundo coherente y creíble. Los lectores pueden entender y aceptar cómo funciona la magia dentro del contexto de la historia.

Así, por ejemplo, en los sistemas de magia podemos encontrar varios tipos de limitaciones. Por ejemplo, los costos Físicos y Mentales: Usar magia puede tener un costo significativo en términos de energía física o mental. En nacidos de la bruma de Sanderson este coste es evidente y explícito en el uso de algunos metales como los que dan fuerza. Obviamente esto no es exclusivo ni de Sanderson ni de la magia dura, por ejemplo el mismo Gandalf antes de enfrentarse al Balrog señala lo cansado que está.
En otros casos, usar la magia supone problemas Morales y Éticos: Algunos sistemas de magia imponen dilemas morales o éticos, como por ejemplo el empleo del Anillo, o las maldiciones imperdonables de Harry Potter.
Además, las habilidades mágicas pueden estar sujetas a reglas estrictas o condiciones específicas o depender de Recursos Externos que son escasos o difíciles de obtener, como en el caso de Atelier of Whitchhat, donde los magos crean hechizos mediante la combinación de ingredientes alquímicos y dibujando símbolos específicos.
Tercera Ley de la Magia de Sanderson
La Tercera Ley de la Magia de Sanderson: “Expande lo que ya tienes antes de añadir algo nuevo.”

La Tercera Ley de la Magia de Sanderson sugiere en este caso que, en lugar de introducir constantemente nuevos elementos, es más efectivo y enriquecedor explorar y profundizar en el sistema ya establecido. Esta ley enfatiza la importancia de la coherencia y la profundidad en el desarrollo del mundo narrativo. Al expandir lo que ya existe, se logra una mayor coherencia y un mundo más creíble y complejo.
Mantenerse dentro de un sistema de magia establecido asegura que el mundo se sienta consistente y lógico. Los lectores pueden seguir la evolución del sistema y entender mejor cómo se integra en la narrativa. Explorar las implicaciones y aplicaciones de un sistema de magia existente puede revelar nuevas dimensiones y posibilidades que enriquecen la historia. Los personajes que profundizan en el conocimiento y uso de un sistema de magia existente pueden mostrar crecimiento y evolución, lo que añade profundidad a su desarrollo.
Además, introducir constantemente nuevos elementos mágicos puede ser abrumador y confuso para los lectores. Mantenerse dentro de un sistema conocido permite una experiencia de lectura más fluida y comprensible.
Sanderson explica en este contexto tres formas de profundizar en un sistema en vez de ampliarlo. En primer lugar, disponemos de la técnica de la Extrapolación, que incluye explorar las implicaciones sociales y económicas de los poderes mágicos dentro de la sociedad. ¿Qué sucedería si un mago pudiera generar comida o limpieza o agua de la nada? ¿Cómo afectaría esto a la estructura socioeconómica de la comunidad? Un ejemplo claro de esto es sin duda lo que ocurre en Harry Potter o en Arrowsmith, sociedades en las que la magia sustituye en muchos casos a los inventos de la ciencia.
En segundo lugar, destaca el concepto de Relación, que busca conectar los diferentes poderes mágicos, culturas y contextos dentro de la trama de la historia. Esto implica no solo introducir varios sistemas de magia o habilidades para un personaje, sino también explorar cómo estos poderes pueden interactuar. Al relacionar los poderes temáticamente y considerar cómo podrían trabajar en conjunto, se enriquece el trasfondo de la narrativa y se evita la acumulación de habilidades sin conexión entre sí. Sanderson explota este concepto en Nacidos de la Bruma, con la interacción de Alomancia y Feruquimia.

Finalmente, menciona la técnica de Compactación, que consiste en crear variedad a partir de la modificación y la reinterpretación de elementos preexistentes. En lugar de introducir poderes completamente nuevos, se sugiere tomar poderes existentes y explorar nuevas formas de utilizarlos de manera creativa y cautivadora . Un ejemplo de esto en Rothfuss podría ser en las nuevas aplicaciones para la simpatía que los personajes van encontrando a lo largo del libro: como usarla para crear un vínculo entre objetos aparentemente no relacionados y manipular su entorno de maneras sorprendentes y efectivas.
Conclusión
Brandon Sanderson ha revolucionado la comprensión del uso de la magia en la literatura de fantasía con sus tres leyes, que enfatizan la claridad, las limitaciones y la expansión de sistemas de magia preexistentes. Estas leyes no solo estructuran el uso de la magia en sus propias obras, sino que también ofrecen una guía valiosa para otros escritores. Al aplicar estas leyes, Sanderson crea mundos coherentes y complejos donde la magia es una herramienta poderosa y lógica, enriqueciendo tanto la trama como el desarrollo de los personajes.

La Primera Ley subraya la importancia de que los lectores comprendan el funcionamiento de la magia para que su uso en la resolución de conflictos sea convincente y satisfactorio. La Segunda Ley destaca cómo las limitaciones de la magia pueden fomentar la creatividad y aumentar la tensión narrativa, haciendo que las historias sean más equilibradas e interesantes. La Tercera Ley, por su parte, aboga por profundizar en los sistemas de magia existentes antes de añadir nuevos elementos, lo que aporta consistencia y riqueza al mundo narrativo.
Juntas, estas leyes crean un marco para la construcción de sistemas de magia que son no solo fascinantes, sino también integralmente coherentes con la narrativa. Gracias a estas directrices, Sanderson logra involucrar a los lectores de manera profunda, manteniendo su interés y satisfacción a lo largo de sus series. La implementación de estas leyes no solo ha contribuido al éxito de Sanderson como autor, sino que también ha establecido un estándar de excelencia para la creación de mundos mágicos en la literatura de fantasía.
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