Mad Max: Apocalipsis y Asfalto
Mad Max: Apocalipsis y Asfalto

Mad Max: Apocalipsis sobre el Asfalto

Ya se ha estrenado Furiosa, la última película de la saga de Mad Max, así que aprovechamos el post de hoy para comentar esta genial serie que nace en los ochenta y lleva ya cinco películas.

Antes de nada, aviso: habrá algunos spoilers, no muchos, de todas las películas MENOS de la última, Furiosa, la de 2024. Así que podéis usar este post como guía resumen antes de verla si aún no lo habéis hecho.

Hoy veremos primero las tres primeras películas, las de los 80, con su historia, curiosidades y anécdotas, y después de la recuperación de la saga en 2015.

Mad Max: Las películas de los 80

Introducción

La saga de Mad Max, creada por George Miller, se ha consolidado como una de las series más icónicas del cine postapocalíptico. Compuesta por cuatro películas hasta la fecha—Mad Max (1979), Mad Max 2: El guerrero de la carretera (1981), más allá de la cúpula del trueno (1985), y Mad Max: furia en la carretera (2015)—la serie ofrece una reflexión sobre la humanidad, la supervivencia y el colapso de la civilización.

La serie sigue a Max, un ex policía en una Australia futurista que colapsa debido a la guerra, la escasez de recursos y la devastación ambiental. Tras el asesinato de su esposa e hijo a manos de una pandilla de motoristas, Max busca venganza. Mientras Australia se hunde en la barbarie, Max decide ayudar a pequeños grupos de supervivientes.

La serie tuvo una excelente reacción de crítica y público: la segunda y cuarta película, de hecho, están consideradas entre las mejoras películas de acción de todos los tiempos. Mad Max: Fury Road ganó seis premios Óscar en la 88.ª edición de los Premios de la Academia, llevándose las estatuillas por mejor diseño de producción, mejor diseño de vestuario, mejor maquillaje y peluquería, mejor edición, mejor edición de sonido y mejor mezcla de sonido, tras haber sido nominada en diez categorías en total.

En total la saga ha ganado numerosos premios y se considera un esencial del cine de acción

Mad Max: Las películas de los 80

Mad Max 1979

George Miller, que ha participado como director o codirector en todas las películas de la saga, era médico de emergencias en Sídney antes de convertirse en un director de cine reconocido.

En 1971, mientras realizaba su residencia médica, conoció a Byron Kennedy, un cineasta aficionado, en una escuela de cine de verano. Esta amistad se convirtió en una colaboración creativa muy fructífera. Juntos, produjeron por ejemplo un cortometraje llamado Violence in the Cinema, que fue bien recibido en varios festivales de cine y ganó múltiples premios. Este éxito inicial consolidó su asociación y les dio la confianza para embarcarse en proyectos más ambiciosos.

Ocho años después, decidieron lanzarse con la aventura de Mad Max. Para ello, contaron con la colaboración del guionista debutante James McCausland, que tampoco tenía mucha experiencia en el sector, había trabajado como editor financiero en The Australian. Su sueldo fue de unos 3.500 dólares.

Para financiar la película, Miller y Kennedy diseñaron una presentación de 40 páginas que distribuyeron ampliamente, logrando recaudar el dinero necesario gracias a su perseverancia, además de aportar fondos propios. Con un presupuesto final estimado entre $350,000 y $400,000, y con la participación del hermano de Miller, Bill, como productor asociado, lograron llevar adelante la producción.

Un presupuesto casi ridículo. De hecho, se ahorró mucho en costes. Por ejemplo, solo el vestuario del protagonista era de cuero real. El del resto era de vinilo. Además, casi todo el rodaje se hizo sin permisos, tan sólo se pidió autorización para que la policía no se llevara detenido a algunos extras que hacían de motoristas, porque en general los que interpretan a las pandillas eran miembros de pandillas de motoristas reales, muchos de ellos fuera de la ley.

La primera entrega presenta un mundo al borde del colapso, donde Max Rockatansky, un policía, busca justicia en medio de una sociedad en decadencia. La película destaca por su atmósfera opresiva y su cruda representación de la violencia y la anarquía.

Se convirtió en un éxito sin paliativos. Recaudó más de 5 millones de dólares australianos y más de 100 millones de dólares estadounidenses en todo el mundo, convirtiéndose en la película más rentable jamás hecha hasta el estreno de The Blair Witch Project en 1999.

Mad Max (1979) fue influenciada por varias fuentes y contextos que contribuyeron a su estética, temática y narrativa. Una de las principales influencias fue la crisis del petróleo de 1973. La escasez de combustible y la reacción desesperada de las personas para obtener gasolina durante esta crisis sirvieron como una gran inspiración para el entorno post-apocalíptico de Mad Max. La idea de un mundo donde los recursos son escasos y la violencia se desencadena por la lucha por estos recursos está profundamente arraigada en esta crisis real.

La estructura narrativa y el estilo visual de Mad Max también tienen fuertes influencias de los westerns clásicos y las road movies. La imagen del protagonista solitario que recorre un paisaje desolado recuerda a los héroes de los westerns, mientras que las persecuciones y la importancia del automóvil son típicas de las road movies. Además, George Miller se inspiró en el cine mudo, especialmente en el trabajo de Buster Keaton y Harold Lloyd, para las secuencias de acción de la película. Quería crear “una película muda con sonido”, utilizando imágenes muy cinéticas y un enfoque visual dinámico.

Miller reconoció también la influencia de 2024: Apocalipsis nuclear (Un muchacho y su perro) sobre todo en la forma de su escenario post-apocalíptico y en Stone, una película australiana de 1974 dirigida por Sandy Harbutt. De hecho, algunos de los actores de este film interpretarán un papel en Mad Max.

Así, la fascinación de Australia por los automóviles y las carreras de coches, así como las frecuentes imágenes de accidentes automovilísticos en las carreteras rurales, influyeron en la estética de la película. Los coches modificados y las espectaculares escenas de persecución son un reflejo de esta cultura. Como médico en la sala de emergencias, Miller vio muchas heridas y muertes violentas, lo que influyó en la representación gráfica de la violencia en la película. Su experiencia le dio una visión realista de las consecuencias de los accidentes y la brutalidad, que se refleja en las escenas de acción y en la crudeza de la película.

La experiencia anterior de Miller como médico influyó también en el nombre del protagonista, Max Rockatansky que hace homenaje Carl von Rokitansky, que ayudó a crear el procedimiento de autopsia.

Mad Max también toma prestado del cine de explotación y de serie B, caracterizado por presupuestos bajos, contenido sensacionalista y enfoque en la acción y el impacto visual. Estas películas a menudo empujaban los límites del decoro y la narrativa convencional, algo que Mad Max hizo con su violento y caótico mundo.

Mad Max: Las películas de los 80

Mad Max 1979: el casting

Mel Gibson interpretó al personaje principal Max Rockatansky en las tres primeras películas. En un inicio, George Miller consideró la posibilidad de contratar a un actor estadounidense e incluso llegó a viajar a Hollywood a buscarlo hasta que finalmente asumió que un nombre estadounidense se llevaría gran parte del presupuesto.

Miller pensaba que un autor americano permitiría que la película llegase a más público. Curiosamente, el escollo no fue que los actores fueran más o menos conocido, sino su lenguaje: cuando se estrenó en Estados Unidos, el original australiano fue doblado por actores de voz estadounidenses, eliminando gran parte del slang. Incluso la parte de Mel Gibson, que es americano, aunque en aquel momento estaba en una escuela de arte dramático australiana.

Su audición impresionó a Miller y Matthews y logró el papel principal. Su compañero de la academia de actores donde estaba, Steve Bisley, fue elegido como Jim El Ganso.

Gibson era un actor novato y completamente desconocido, de hecho el rodaje de la película se retrasó varias semanas porque sus profesores de Gibson del Instituto Nacional de Arte Dramático no le permitieron terminar las clases antes de tiempo.

Se rumoreaba que Gibson en un principio se presentó al casting para acompañar a su amigo y compañero de academia Steve Bisley, que luego sería elegido para el papel de Jim El Ganso. Según este rumor, Gibson apareció con la cara golpeada tras una pelea, algo que gustó a los directores y le hicieron la audición. Este rumor lo han desmentido en diferentes ocasiones todos los implicados.

Mención aparte merecen los coches. Los coches no son simplemente vehículos, sino símbolos de poder y supervivencia en un mundo post-apocalíptico. La diversidad de automóviles, meticulosamente diseñados y modificados, añade una capa adicional de profundidad a la atmósfera distópica de la película.

El Interceptor, un Ford XB Falcon GT Coupé de 1973, se convierte en el emblema de Max Rockatansky, encarnando su lucha solitaria en un paisaje desolado.

Los coches de la Patrulla de Fuerza Central, como los Interceptors amarillos y el Big Bopper, infunden intensidad en las escenas de persecución, reflejando el conflicto entre la ley y el caos. Por otro lado, los coches de la pandilla de Toecutter, como el Chevrolet Bel Air, representan el desorden y la anarquía en un mundo al borde del colapso.

El legado de estos coches trasciende la pantalla, con muchos de ellos conservados en museos de todo el mundo. Cada vehículo cuenta una historia única de la producción de la película, desde su meticulosa construcción hasta su impacto visual en la pantalla grande. En última instancia, los coches de Mad Max no solo son elementos visuales, sino también símbolos perdurables de una de las sagas más influyentes en la historia del cine de ciencia ficción y acción.

Y aquí lo dejo porque la verdad es que los coches, no son mi fuerte.

Por otro lado, en la saga de Mad Max, el paisaje no es un simple escenario, sino un personaje vivo y dinámico que interactúa con los protagonistas y moldea la narrativa.

Como en un western, cada tormenta de arena, cada cañón rocoso y cada extensión de tierra baldía no solo desafían a los personajes físicamente, sino que también influyen en sus decisiones y desarrollos. El desierto, en su brutal belleza, es una prueba constante de resistencia, adaptabilidad y determinación, la interacción con el entorno define sus acciones y sus relaciones, haciendo del paisaje un participante activo en la historia.

Mad Max: Las películas de los 80

Mad Max 2: El guerrero de la carretera

Después del éxito de Mad Max, Miller recibió diferentes ofertas de Hollywood y trabajó en alguna película, pero siempre le quedó la espina de grabar una segunda parte de su historia del desierto. De hecho, llegó a afirmar que hacer la película no le hizo muy feliz y que se sintió sin control del producto final.

Inspirado por “El héroe de las mil caras” de Joseph Campbell y la obra de Carl Jung, así como por las películas de Akira Kurosawa. Miller reclutó a Hayes y a Brian Hannant como guionistas, y se lanzó a hacer la secuela.

Mad Max 2 se desarrolla en un páramo desértico donde la escasez de recursos, especialmente de combustible, ha llevado a la violencia y al dominio de pandillas motorizadas. Max, un vagabundo solitario atormentado por su pasado, se encuentra en medio de un conflicto entre una banda de saqueadores y un grupo de pacíficos supervivientes que intentan proteger su refugio de la amenaza externa.

Según avanza la película, que está llena de acción, Max se ve obligado a confrontar sus propios demonios internos mientras lucha por sobrevivir en un mundo despiadado y sin ley.

En Mad Max se revelan algunas de las causas que explican el mundo de la saga. Es una obra maestra del cine de acción y ciencia ficción, reconocida por su impactante cinematografía, sus innovadoras secuencias de persecución y su retrato convincente de un mundo al borde del colapso total. Fue un éxito inmediato de crítica y de público y catapultó a Mel Gibson a la fama internacional, estableciéndolo como uno de los actores más destacados de Hollywood.

Es mítica la secuencia de persecución final, con un increíble realismo en la acción, pero tremendamente descuidada en la producción, donde entre otras cosas, se pueden percibir las sombras de los vehículos de seguimiento reflejadas en el tráiler que transporta la gasolina, se ve cómo la arena cae del tráiler en diferentes momentos y además es evidente que fue filmada en días diferentes, como lo demuestra el cambio notorio en el cielo, a veces despejado y otras veces nublado.

Estos pequeños detalles revelan el espíritu de serie B de la producción. Pero eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

Mad Max: Las películas de los 80

Mad Max 3: Más allá de la cúpula del trueno

La tercera entrega fue la primera de la saga realizada sin Byron Kennedy, el productor, que había fallecido en un accidente de helicóptero en 1983.

Según afirmará George Miller, en un principio dudaba de seguir adelante con la saga sin Byron, pero después le movió la necesidad de superar el dolor. La película está dedicada a este productor.

Miller co-dirigió la película con George Ogilvie, con quien ya había trabajado en una miniserie de televisión. La filmación en exteriores tuvo lugar principalmente en la ciudad minera de Coober Pedy y en los suburbios del oeste de Sídney . Según el director de fotografía Dean Semler, esta tercera parte resultó mucho más desafiante que Mad Max 2, lidiando con entornos más variados.

La película, estrenada en 1985, nos sumerge en el desierto desolado de Australia, donde Max se encuentra con un grupo de niños huérfanos y su lider en la búsqueda de una legendaria ciudad donde creen que encontrarán un refugio seguro.

El film recibió críticas mixtas por parte de la crítica y del público. Aunque muchos elogiaron la visión visualmente impresionante de George Miller y las emocionantes secuencias de acción, algunos críticos sintieron que la película no alcanzaba las alturas de sus predecesoras en términos de intensidad y originalidad. Además, hubo opiniones divididas sobre la decisión de incluir un tono más ligero y humorístico en la película, lo que algunos consideraron que diluía la atmósfera oscura y visceral de las entregas anteriores.

A pesar de esto, la película aún logró ser un éxito comercial, ganándose un lugar en la cultura pop y manteniendo el interés en la saga.

Mad Max: Furia en la carretera

Una nueva película de Mad Max, fue concebida ya en 1987, pero se mantuvo en limbo durante años. De hehco, estuvo cerca de producirse en 1998, cuando comenzó la preproducción, pero los ataques del 11 de septiembre de 2000 y el inicio de la guerra de Irak la retrasaron y después lluvias torrenciales sobre la zona donde se iba a rodar en 2003 y varias controversias alrededor de Mel Gibson, retrasaron la película, que no terminó de rodarse hasta 2012, aunque se rodaron escenas adicionales también en 2013.

Así, en 2007, Miller retoma el proyecto y decide optar por un actor diferente para el papel de Max. Varios actores, como Jeremy Renner, Michael Biehn, Heath Ledger, Eric Bana o Sam Worthington fueron considerados para el proyecto, pero finalmente Tom Hardy fue elegido en 2010.

Aunque se dice que Mel Gibson aparece en un cameo como un motorista, no está confirmado. Lo que sí se sabe es que a Gibson le gustó la película y tuvo buenas palabras con ella.

La trama sigue de nuevo a Max Rockatansky, quien es capturado por un grupo liderado por el temible Joe Inmortal. Max se ve envuelto en un viaje épico cuando ayuda a  Furiosa, la protagonista de la última película que se ha estrenado en 2024, una guerrera rebelde, en su intento desesperado por liberar a un grupo de mujeres esclavizadas por Joe Inmortal. Juntos, emprenden una frenética carrera a través del desierto en un convoy de vehículos modificados, enfrentándose a numerosos peligros y desafíos mientras luchan por la libertad y la justicia en un mundo despiadado y desolado.

La película está llena de impresionantes secuencias de acción, personajes memorables y una atmósfera visualmente impactante que la convierte en una experiencia cinematográfica única y emocionante. De hecho, casi el 80% de las escenas de acción son reales, relegando los efectos al mínimo y respetando la estética de las primeras películas. Se dice que el mismísimo Robert Rodríguez al le preguntó a Miller que cómo había sido capaz de rodar algunas escenas de acción.

Conclusión

La saga de películas de Mad Max ha dejado una marca indeleble en la historia del cine, elevando el género de la acción y la ciencia ficción a nuevas alturas. Desde su inicio modesto en 1979 hasta su resurgimiento en 2015, la serie ha cautivado a audiencias de todo el mundo con su visión distópica, sus emocionantes secuencias de acción y su exploración de temas universales como la supervivencia, la redención y la lucha por la justicia en un mundo despiadado.

A lo largo de las décadas, Mad Max ha evolucionado, adaptándose a los cambios en la industria del cine y a las demandas del público contemporáneo. Sin embargo, su esencia fundamental —la historia de un hombre solitario enfrentándose al caos en un mundo al borde del colapso— ha perdurado, atrayendo a generaciones de espectadores con su poderosa narrativa y su espectacular puesta en escena.

Ya sea a través de las clásicas entregas de los años 80 o la innovadora Furia en la Carretera, la saga de Mad Max sigue siendo un símbolo de creatividad, audacia y visión cinematográfica. Con su legado perdurable y su influencia duradera, Mad Max continuará siendo un hito en el panorama del cine, inspirando a futuras generaciones de cineastas y aficionados por igual.

por Atreyu

«Fronteras de Fantasía» es un blog fascinante que te llevará a universos llenos de aventura, misterio y magia. Este espacio se dedica a explorar los límites de la imaginación a través de la ciencia ficción, la fantasía heroica, los cómics, los libros, los juegos de mesa y el rol, sin descartar nada porque Fantasia no tiene fronteras.

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